Las oposiciones de Educación en Canarias, que se celebran el 21 de junio de 2025, han atraído a más de 10,000 aspirantes que buscan una de las 1,119 plazas disponibles en diversas especialidades. Este evento se ha convertido en una de las jornadas más esperadas y concurridas del año, donde los nervios y la preparación se entrelazan en un ambiente de alta competencia. Las islas de Tenerife, Gran Canaria, La Palma, Lanzarote y Fuerteventura son las sedes de estos exámenes, que abarcan tanto a maestros como a profesores de enseñanza secundaria.
La Consejería de Educación del Gobierno de Canarias ha organizado este proceso con el objetivo de cubrir las necesidades educativas de la región, y los aspirantes se enfrentan a un reto significativo. Entre ellos, Mariela Hernández, una joven de 30 años de Tenerife, se presenta a la prueba escrita para la especialidad de maestro de Primaria. Actualmente trabaja en el CEIP Cabo Blanco, donde imparte clases de Música a niños de 3 a 12 años. Sin embargo, su deseo de obtener una plaza más cercana a su hogar la ha llevado a presentarse a esta oposición, a pesar de que la especialidad de Música no está incluida en la convocatoria de este año.
### La Dificultad de Compaginar Trabajo y Estudio
Mariela comparte su experiencia de cómo ha sido complicado equilibrar su trabajo y el estudio para las oposiciones. La joven ha tenido que lidiar con un trayecto diario que puede extenderse hasta dos horas, lo que la deja exhausta al final del día. A pesar de las dificultades, considera que el esfuerzo vale la pena, ya que el conocimiento adquirido le será útil en su carrera docente, independientemente del resultado de la oposición.
La presión se intensificó con la reciente modificación en la entrega de la programación didáctica, que ahora debe presentarse antes del primer examen. Mariela expresa que esta situación ha tenido sus pros y contras, ya que, aunque le ha permitido organizarse mejor, también ha añadido un nivel de estrés adicional. «Es como un trabajo más, y hay que dedicarle mucho tiempo», reflexiona, instando a los nuevos aspirantes a que se preparen adecuadamente y se enfoquen en sus estudios.
Por otro lado, Baida Colombo, una docente de 34 años de Gran Canaria, también está en la misma situación. Ella imparte Francés en un centro de Jinamar y ha decidido presentarse a las oposiciones tras haber aprobado el examen el año anterior, aunque sin obtener plaza. Baida ha optado por trabajar con una preparadora de oposiciones, lo que le ha permitido mantener su motivación y mejorar su preparación. Sin embargo, reconoce que la carga de trabajo y el estudio son abrumadores, y que a menudo se siente estresada por la cantidad de tiempo que debe dedicar a ambas actividades.
### La Importancia de la Formación Continua
Ambas aspirantes coinciden en la importancia de la formación continua en el ámbito educativo. Mariela enfatiza que, independientemente del resultado de la oposición, el proceso de preparación le ha permitido crecer como profesional y mejorar su práctica docente. «Todo avanza continuamente, también en educación, por lo que es indispensable que nos formemos», afirma. Esta mentalidad refleja un compromiso con la mejora personal y profesional que es esencial en el campo de la educación.
Baida, por su parte, también comparte su perspectiva sobre la necesidad de adaptarse a los cambios en el sistema educativo y en las pruebas de oposición. La reciente modificación en la entrega de la programación didáctica ha generado un debate entre los aspirantes, ya que algunos consideran que les ha dado menos tiempo para prepararse adecuadamente. Sin embargo, Baida ve esto como una oportunidad para conocer mejor a sus competidores y ajustar su estrategia de estudio.
Ambas docentes están decididas a enfrentar los desafíos que se presentan en esta convocatoria de oposiciones, y aunque los nervios son inevitables, la ilusión por alcanzar una plaza en el sistema educativo canario les motiva a seguir adelante. La experiencia de cada una de ellas resalta la dedicación y el esfuerzo que implica prepararse para un futuro en la enseñanza, un camino que, aunque difícil, está lleno de recompensas y oportunidades para impactar positivamente en la vida de los estudiantes.
La jornada de oposiciones de Educación en Canarias no solo representa una prueba de conocimientos, sino también un reflejo de las aspiraciones y el compromiso de quienes desean contribuir al desarrollo educativo de la región. Con cada examen, los aspirantes no solo buscan una plaza, sino también la posibilidad de dejar una huella en el futuro de la educación en Canarias.