La comparecencia del exministro José Luis Ábalos en el Parlamento de Canarias, programada para el 28 de abril de 2025, ha sido aplazada debido a una baja médica. Esta decisión ha sido confirmada por fuentes parlamentarias, quienes han indicado que la Mesa de la Comisión que investiga la compra de material sanitario durante la pandemia ha aceptado la solicitud de aplazamiento presentada por Ábalos. Sin embargo, aún no se ha fijado una nueva fecha para su comparecencia, ni se ha decidido si podrá realizarse de forma telemática, como ha solicitado el exministro.
Este aplazamiento se suma a la serie de retrasos que han marcado las comparecencias en esta comisión. La cita de Ábalos ya había sido reprogramada previamente, ya que estaba inicialmente prevista para el 21 de abril. En esa misma ocasión, el actual ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, también había solicitado el aplazamiento de su comparecencia por razones médicas.
La comisión parlamentaria está centrada en investigar varios contratos públicos que fueron firmados durante la emergencia sanitaria, en particular aquellos relacionados con la adquisición de material sanitario. Uno de los contratos más destacados es el que se refiere a la compra de un millón de mascarillas por un valor de cuatro millones de euros, adjudicado a la empresa RR7, que nunca fueron entregadas. Además, se están revisando otros contratos, como uno por 12 millones de euros para la compra de material sanitario a la empresa Soluciones de Gestión y otro por 5,3 millones para la adquisición de test de coronavirus a Eurofins Megalab.
La situación se complica aún más con la reiterada incomparecencia del exasesor ministerial Koldo García, quien ha sido citado por la comisión. La presidencia de la comisión ha decidido trasladar esta situación a la Fiscalía, considerando que su conducta podría constituir un delito de desobediencia. La investigación también ha llamado a otros implicados en lo que se conoce como el ‘caso Koldo’, incluyendo al empresario Víctor de Aldama, quien compareció el 30 de enero pero se acogió a su derecho a no declarar.
La situación en el Parlamento de Canarias refleja la complejidad de las investigaciones sobre la gestión de recursos durante la pandemia. La falta de claridad en la entrega de material esencial y la posible irregularidad en los contratos han generado un clima de desconfianza entre la ciudadanía. La comisión busca arrojar luz sobre estos temas, pero los aplazamientos y la falta de comparecencias han dificultado el avance de las investigaciones.
Por otro lado, la situación de salud de los comparecientes ha suscitado preguntas sobre la transparencia y la responsabilidad en la gestión pública. La ciudadanía espera respuestas claras sobre cómo se han manejado los recursos durante la crisis sanitaria y qué medidas se están tomando para garantizar que situaciones similares no se repitan en el futuro.
La comparecencia de Ábalos es considerada crucial, dado su papel como exministro y su implicación en la gestión de la crisis sanitaria. Su testimonio podría proporcionar información valiosa sobre las decisiones tomadas en ese periodo y sobre la responsabilidad de los funcionarios en la adquisición de material sanitario. Sin embargo, la incertidumbre sobre su nueva fecha de comparecencia y la posibilidad de que esta se realice de forma telemática añade un nivel de complejidad a la situación.
La ciudadanía canaria sigue de cerca los acontecimientos en el Parlamento, esperando que se tomen decisiones que permitan esclarecer los hechos y se garantice la rendición de cuentas. La investigación sobre la compra de material sanitario es solo una parte de un panorama más amplio que involucra la gestión de la crisis sanitaria y las decisiones políticas tomadas en ese contexto. La falta de respuestas claras y la incertidumbre sobre el futuro de las comparecencias generan un clima de desconfianza que podría tener repercusiones en la percepción pública de las instituciones.
En este contexto, es fundamental que las autoridades actúen con transparencia y responsabilidad, garantizando que se tomen las medidas necesarias para esclarecer los hechos y asegurar que la gestión de recursos públicos se realice de manera adecuada. La ciudadanía tiene derecho a conocer la verdad sobre la gestión de la crisis sanitaria y a exigir responsabilidades a quienes tomaron decisiones que podrían haber afectado la salud y el bienestar de la población.