En la costa de Gran Canaria, un joven llamado Layonel Ramírez Collado ha captado la atención de la comunidad tras su desaparición mientras intentaba recuperar su moto de agua. Este incidente, que tuvo lugar la noche del pasado lunes, ha desencadenado un amplio operativo de búsqueda que ha involucrado a diversas autoridades y ha suscitado la preocupación de su familia y amigos.
**Operativo de Búsqueda y Rescate**
La noche del lunes, alrededor de las 23:00 horas, se recibió la primera alerta sobre la desaparición de Layonel. En respuesta, Emergencias activó un operativo de búsqueda que abarcó desde Santa Lucía de Tirajana hasta San Bartolomé de Tirajana. Este dispositivo incluyó la participación de Salvamento Marítimo y la Guardia Civil, quienes llevaron a cabo labores de rastreo tanto por mar como por aire. Sin embargo, las condiciones adversas del clima y la oscuridad de la noche complicaron las tareas de búsqueda, lo que llevó a la suspensión temporal del operativo.
El martes por la mañana, el dispositivo se reanudó con la movilización de barcos y helicópteros que exploraron el litoral grancanario. Finalmente, el miércoles, alrededor de las 11:30 horas, se logró localizar a Layonel con vida, a 16 millas al suroeste de Gran Canaria. Fue rescatado y se dirigió al Muelle de Arguineguín en la embarcación Salvamar Urania, donde se le realizarían las evaluaciones necesarias tras haber estado a la deriva durante un día y medio.
**Preocupaciones de la Familia**
A pesar del desenlace positivo, la familia de Layonel expresó su preocupación y descontento con la gestión del operativo de búsqueda. La madre del joven criticó que no se hubiera desplegado un operativo durante la noche de su desaparición y que, incluso a las 9:00 horas del día siguiente, los equipos permanecieran en el muelle sin iniciar acciones activas. Además, cuestionó la estrategia del rastreo, que se centró en áreas cercanas a la costa, a pesar de que las condiciones meteorológicas sugerían que Layonel podría encontrarse más lejos.
La madre de Layonel también mencionó que, aunque se les había informado sobre la movilización de tres helicópteros, solo se habían visto dos en acción. La familia intentó organizar batidas marítimas para buscar al joven, pero se les impidió participar debido a los protocolos de seguridad establecidos por las autoridades, lo que generó frustración entre sus allegados.
**Detalles del Incidente**
Los amigos de Layonel, quienes estaban con él en un barco la noche de su desaparición, relataron que la moto de agua se soltó de la embarcación. Ante esta situación, Layonel decidió lanzarse al agua para intentar recuperar la moto y acercarse a la orilla. Sin embargo, durante el trayecto, la moto sufrió una avería. A pesar de esto, Layonel logró arrancar el vehículo nuevamente y continuó su camino hacia el muelle de Castillo del Romeral, donde había acordado reunirse con sus amigos. Desafortunadamente, nunca llegó al punto de encuentro, lo que llevó a la familia a iniciar la búsqueda.
La madre de Layonel mantuvo la esperanza de que su hijo pudiera estar a la deriva sobre la moto, lo que motivó su insistencia en que se intensificaran las labores de búsqueda. Este caso ha resaltado la importancia de la coordinación y la comunicación entre las autoridades y las familias en situaciones de emergencia, así como la necesidad de protocolos claros que garanticen la seguridad de todos los involucrados.
**Impacto en la Comunidad**
La desaparición de Layonel Ramírez ha resonado en la comunidad de Gran Canaria, generando un fuerte sentido de solidaridad y apoyo hacia su familia. La situación ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de quienes disfrutan de actividades acuáticas y la necesidad de estar siempre preparados ante cualquier eventualidad. La historia de Layonel también ha servido para recordar la importancia de la seguridad en el mar y la necesidad de contar con equipos adecuados y protocolos de rescate efectivos.
La comunidad ha estado atenta a los avances en la situación de Layonel, y su rescate ha sido celebrado como un alivio en medio de la angustia que vivieron sus seres queridos. Este incidente ha dejado una huella en la memoria colectiva de la isla, recordando a todos la fragilidad de la vida y la importancia de la unión en tiempos de crisis.