La red de radares de control de velocidad en Gran Canaria continúa su expansión, con la reciente instalación de un nuevo dispositivo en la GC-3, a la salida de Arucas. Este radar, que comenzó a operar el 28 de octubre, se encuentra ubicado en una zona de alta circulación, justo a la altura del parque de bomberos y la escuela de hípica. Este tramo es conocido por ser uno de los más transitados de la isla, especialmente durante las horas pico, conectando Las Palmas de Gran Canaria con localidades como Cardones, Trasmontaña y Gáldar.
La GC-3 es una de las arterias principales del sistema viario de Gran Canaria, y su importancia radica en que facilita el flujo de miles de vehículos diariamente. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha identificado el exceso de velocidad como uno de los factores de riesgo más comunes en esta vía, lo que ha llevado a la instalación de este nuevo radar con el objetivo de mejorar la seguridad vial.
### Un Dispositivo que Disuade y Protege
La presencia del nuevo radar no solo tiene como finalidad sancionar a los infractores, sino que también actúa como un elemento disuasorio para los conductores. En la zona donde se ha instalado, los límites de velocidad varían entre 80 y 100 kilómetros por hora, y el radar busca recordar a los conductores la importancia de respetar estas normas para evitar accidentes. La DGT ha enfatizado que estos dispositivos son parte de una estrategia más amplia para proteger a los usuarios de la carretera, priorizando la seguridad sobre la recaudación de multas.
La instalación de este radar en Arucas se suma a una red creciente de puntos de control que ya vigilan otras carreteras importantes de la isla, como la GC-1 y la GC-2. Esta expansión de la red de radares es parte de un esfuerzo institucional por promover una movilidad más segura, especialmente en un contexto donde el parque automovilístico sigue creciendo y los accidentes en vías de alta capacidad son una preocupación constante.
### Estrategia Integral de Control de Tráfico
La reciente instalación del radar en Arucas es solo una parte de una estrategia más amplia de control inteligente del tráfico en Gran Canaria. Esta estrategia incluye no solo radares, sino también cámaras de vigilancia, paneles informativos y nuevos puntos de control en tramos críticos. La DGT ha indicado que el objetivo es crear un entorno más seguro para todos los usuarios de la vía, y que la combinación de diferentes tecnologías puede ayudar a reducir significativamente el número de accidentes.
Además, la DGT ha publicado datos que respaldan la necesidad de estas medidas. Según sus informes, el exceso de velocidad sigue siendo una de las principales causas de siniestros graves en las carreteras de España. Por lo tanto, la instalación de radares y otros dispositivos de control se considera esencial para abordar este problema y mejorar la seguridad vial en la isla.
La implementación de estos dispositivos también responde a la creciente preocupación de la ciudadanía por la seguridad en las carreteras. Con el aumento del tráfico, los conductores están cada vez más conscientes de la necesidad de respetar los límites de velocidad y de conducir de manera responsable. La DGT espera que la visibilidad de los radares y la información proporcionada a través de paneles informativos ayuden a fomentar un cambio en el comportamiento de los conductores.
En resumen, el nuevo radar en Arucas representa un paso significativo hacia la mejora de la seguridad vial en Gran Canaria. Con su instalación, se busca no solo sancionar a los infractores, sino también educar y disuadir a los conductores sobre la importancia de respetar los límites de velocidad. La combinación de tecnología y concienciación es clave para reducir los accidentes y hacer de las carreteras de la isla un lugar más seguro para todos.
									 
					