El panorama laboral en España durante el verano de 2025 ha mostrado una evolución significativa, alejándose de la tradicional dependencia de la hostelería y el comercio. Un análisis reciente revela que sectores como la cultura, la industria alimentaria y la logística están experimentando un notable aumento en las contrataciones, lo que sugiere una transformación en el mercado laboral estacional.
**Crecimiento en Sectores Emergentes**
Uno de los datos más destacados del informe es el crecimiento del sector cultural, que ha registrado 232.885 contrataciones, lo que representa un impresionante aumento del 48% en comparación con el trimestre anterior. Este crecimiento se alinea con el auge del turismo cultural, festivales, eventos deportivos y el ocio nocturno. Los perfiles más demandados en este ámbito incluyen ayudantes de camarero/a, guías turísticos, montadores y personal de limpieza.
La industria manufacturera también ha mostrado un desempeño sólido, con 384.000 contrataciones y un crecimiento del 7% respecto al primer trimestre. Dentro de este sector, la industria alimentaria se destaca como un motor clave, ya que es esencial para el abastecimiento de la cadena hotelera y de consumo. La demanda de operarios/as de maquinaria, producción y envasado ha aumentado, especialmente en campañas de refuerzo estacional.
El sector del transporte y almacenamiento ha sido otro gran protagonista, con 236.939 contrataciones en el segundo trimestre, lo que representa un incremento del 12% en comparación con el trimestre anterior. El subsector de almacenamiento ha experimentado un crecimiento del 16% desde 2023, impulsado por el auge del comercio electrónico, la logística agroalimentaria y las necesidades de distribución derivadas del turismo masivo y el consumo urbano. Esto ha llevado a una mayor demanda de mozos/as de almacén, carretilleros/as y mozos/as de carga y descarga, convirtiéndose en perfiles estratégicos durante la campaña estival.
**Estabilidad en Contratos Permanentes**
A pesar de que la hostelería y el comercio siguen siendo los principales motores del empleo estival, el informe también destaca la importancia de los contratos permanentes, que continúan activos durante el verano, especialmente en sectores como el tecnológico y en industrias como la farmacéutica, el metal y el material eléctrico.
Según los datos analizados, estos contratos permanentes siguen un patrón planificado y menos estacional. Carolina González, Business Leader de una firma de headhunting, señala que, aunque el verano suele asociarse a la contratación temporal, la actividad en contratos indefinidos no se detiene. Muchas empresas aprovechan estos meses para cerrar procesos de selección iniciados antes del verano o para reforzar sus equipos de cara al último trimestre del año.
Aunque los contratos permanentes tienden a concentrarse en el primer trimestre, como resultado de procesos de selección iniciados a finales del año anterior, también se formalizan durante el verano, especialmente en perfiles como analistas, desarrolladores y administradores de sistemas, que tienen una alta demanda y rotación a lo largo del año.
El análisis también sugiere una posible correlación entre los Contratos de Puesta a Disposición (CPDs) y la evolución del desempleo. En los segundos trimestres de 2022, 2023 y 2024, el aumento de CPDs, una fórmula común en sectores como logística, industria y eventos, coincide con caídas del desempleo, lo que indica su papel como motor de activación del empleo estacional. En contraste, trimestres con menor volumen de CPDs, como el primero de 2024, muestran un aumento en la tasa de desempleo.
Esta dualidad entre la dinámica rápida de los contratos temporales y la planificación estable de los contratos permanentes permite al mercado laboral adaptarse mejor a los ciclos de demanda, al tiempo que garantiza una base de estabilidad estructural.
El informe completo está disponible para su descarga, ofreciendo una visión más detallada sobre la evolución del empleo en España durante el verano de 2025. La transformación del mercado laboral refleja no solo un cambio en las tendencias de contratación, sino también una adaptación a las nuevas realidades económicas y sociales del país.