Recientemente, las Islas Canarias han sido testigos de dos incidentes significativos en su red de telecomunicaciones, lo que ha llevado al Gobierno regional a exigir medidas a las compañías telefónicas. Estos apagones han puesto de manifiesto la dependencia tecnológica de la región y la necesidad de un sistema de comunicaciones más robusto y fiable.
Los apagones, ocurridos en un corto periodo de tiempo, han dejado a la comunidad autónoma sin acceso a internet y telefonía, afectando gravemente a servicios esenciales como el 112. El primer incidente se produjo el 28 de abril, cuando un apagón histórico en la península dejó a Canarias desconectada durante horas. El segundo incidente, más reciente, afectó nuevamente al servicio de emergencias, lo que ha llevado al Gobierno de Canarias a tomar medidas inmediatas.
La directora general de Transformación Digital de los Servicios Públicos, Guadalupe González Taño, ha declarado que se han solicitado informes a Telefónica para entender mejor las causas de estos fallos. En el primer caso, se identificó que el origen del problema fue una caída de energía en la península, pero se cuestiona por qué esto afectó a las centrales telefónicas en Canarias. Las centrales deberían contar con generadores de respaldo para situaciones de emergencia, lo que plantea dudas sobre su capacidad de respuesta ante fallos en el suministro eléctrico.
En el segundo incidente, González Taño ha señalado que no hubo una caída energética, lo que sugiere que el problema podría haber sido interno de Telefónica. Esto ha llevado a la solicitud de un segundo informe para determinar las causas exactas y las responsabilidades que puedan derivarse de estos fallos.
El Gobierno de Canarias ha decidido suspender la licitación del contrato administrativo del servicio de telecomunicaciones para introducir nuevas exigencias que garanticen la fiabilidad de la red. Según el portavoz del Gobierno, Alfonso Cabello, es fundamental que cualquier empresa que desee obtener el contrato proporcione garantías suficientes de seguridad y fiabilidad en el servicio. Esto incluye la posibilidad de operar con múltiples proveedores en lugar de depender únicamente de Telefónica, lo que podría mejorar la resiliencia del sistema de telecomunicaciones en situaciones de emergencia.
Además, se ha propuesto establecer una conexión física de fibra óptica entre las dos provincias canarias para reforzar el sistema de comunicaciones del 112. Esta medida busca asegurar que, en caso de que una red principal falle, haya alternativas disponibles para garantizar la continuidad del servicio.
El Gobierno también está interesado en evaluar la situación de los operadores de telecomunicaciones en las islas y cómo afecta esto a la calidad del servicio para los usuarios. La complejidad de la situación radica en que las compañías operan a nivel multinacional, lo que dificulta la implementación de soluciones simples como la instalación de una central telefónica en Canarias.
A pesar de los desafíos, el Gobierno de Canarias está comprometido en buscar soluciones que minimicen los riesgos y garanticen un servicio de telecomunicaciones confiable. Esto incluye la apertura de relaciones contractuales a varios operadores, lo que podría diversificar las opciones disponibles y mejorar la calidad del servicio para los ciudadanos.
La situación actual ha generado un debate sobre la dependencia de las telecomunicaciones en la región y la necesidad de un enfoque más proactivo para garantizar que los servicios esenciales estén siempre disponibles. La experiencia reciente ha dejado claro que la infraestructura actual no es suficiente para afrontar situaciones de emergencia, y es imperativo que se tomen medidas para fortalecerla.
En resumen, los recientes apagones en las telecomunicaciones de Canarias han puesto de relieve la vulnerabilidad del sistema y la necesidad de un cambio en la forma en que se gestionan los servicios de telecomunicaciones en la región. El Gobierno de Canarias está tomando medidas para abordar estos problemas y garantizar que los ciudadanos tengan acceso a servicios de comunicación fiables y seguros, especialmente en situaciones críticas.