La situación en Gaza ha generado un intenso debate en el seno de la Unión Europea (UE), donde la falta de consenso entre los Estados miembros ha dificultado la adopción de medidas efectivas contra el gobierno israelí. A pesar de que la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Kaja Kallas, ha expresado su frustración por la incapacidad de la UE para actuar, la realidad es que las decisiones en política exterior requieren unanimidad, lo que complica aún más la situación.
La reciente reunión informal de ministros de Exteriores de la UE en Copenhague ha puesto de manifiesto las divisiones internas sobre cómo abordar la crisis en Gaza. Kallas ha señalado que es difícil ser la cara visible de una institución que no puede tomar decisiones, y ha instado a los países que bloquean cualquier tipo de sanción a reflexionar sobre la gravedad de la situación. Desde octubre de 2023, más de 60,000 personas han perdido la vida en Gaza, y la mayoría de ellas son civiles, según datos del propio gobierno israelí. Esta realidad ha llevado a la Comisión Europea a reconocer públicamente las violaciones del derecho internacional por parte de Israel.
A pesar de que algunos países, como España, han abogado por medidas más contundentes, como la suspensión total del acuerdo de Asociación con Israel, otros, como Alemania y Austria, se han opuesto a cualquier tipo de sanción. Esta falta de consenso ha llevado a Kallas a advertir que si la UE no puede cumplir con sus decisiones, los ciudadanos europeos perderán la confianza en la institución. Sin embargo, hay propuestas que no requieren unanimidad, como la suspensión parcial de la participación de empresas israelíes en programas de investigación financiados por la UE, que aún no han logrado avanzar.
### La Dificultad de la Unanimidad en la Política Exterior de la UE
La política exterior de la UE se basa en el principio de unanimidad, lo que significa que cualquier decisión debe ser aprobada por todos los Estados miembros. Este sistema, aunque busca garantizar que todos los países estén de acuerdo, a menudo resulta en la parálisis ante situaciones de crisis. En el caso de Gaza, la división entre los países que apoyan sanciones y aquellos que se oponen ha hecho casi imposible la adopción de medidas efectivas.
Kallas ha enfatizado que, aunque hay un diagnóstico común sobre la gravedad de la situación en Gaza, la pregunta crucial es qué acciones se pueden tomar. La falta de acción ha llevado a un sentimiento de impotencia entre los líderes europeos, quienes se ven atrapados en un sistema que no les permite actuar de manera decisiva. La situación se complica aún más por la presión interna y externa que enfrentan los países miembros, que deben equilibrar sus relaciones diplomáticas y comerciales con Israel.
A pesar de la falta de consenso, algunos ministros han comenzado a explorar alternativas. Dinamarca y los Países Bajos han propuesto suspender el capítulo del acuerdo de Asociación que regula las relaciones comerciales con Israel, lo que podría eliminar los privilegios comerciales que actualmente disfruta el país. Esta propuesta, aunque aún en discusión, refleja un cambio en la postura de algunos Estados miembros que buscan formas de presionar a Israel sin necesidad de un acuerdo unánime.
### La Estrategia de Sanciones contra Rusia y su Relación con la Crisis en Gaza
Mientras la UE lidia con la crisis en Gaza, la situación en Ucrania también ha dominado las discusiones entre los ministros de Exteriores. La necesidad de mantener el apoyo a Ucrania y aumentar la presión sobre Rusia ha llevado a Kallas a trabajar en un nuevo paquete de sanciones. Estas sanciones podrían incluir medidas secundarias contra aquellos que apoyan la guerra de Rusia, así como prohibiciones de importación y aranceles sobre productos rusos.
Kallas ha subrayado que la presión sobre Rusia es crucial, especialmente dado que el Kremlin no muestra signos de estar dispuesto a negociar la paz. La estrategia de la UE se centra en ejercer la máxima presión sobre Rusia, y Kallas ha instado a los Estados miembros a presentar sus ideas para nuevas sanciones. Sin embargo, la efectividad de estas medidas dependerá en gran medida de la cooperación de los socios transatlánticos, lo que añade otra capa de complejidad a la situación.
La intersección entre la crisis en Gaza y la guerra en Ucrania pone de relieve la dificultad de la UE para gestionar múltiples crisis simultáneamente. La falta de consenso en la política exterior no solo afecta la capacidad de la UE para actuar en Gaza, sino que también complica su respuesta a la agresión rusa en Ucrania. A medida que la situación humanitaria en Gaza se deteriora, la presión sobre la UE para que actúe de manera decisiva solo aumentará, lo que plantea interrogantes sobre su futuro como actor relevante en la política internacional.