La situación del patrullero Cóndor, perteneciente al Servicio Marítimo de Vigilancia Aduanera (SVA), ha alcanzado un punto crítico. Desde su llegada a Canarias en 2021, este barco se había convertido en una herramienta fundamental en la lucha contra el narcotráfico en la región. Sin embargo, en 2022, el Cóndor se encuentra inoperativo debido a problemas de mantenimiento y averías que han llevado a su traslado a la Península para una reparación integral. Esta situación ha dejado a las autoridades canarias con una capacidad reducida para combatir el tráfico de drogas, justo en un momento en que las operaciones de entrada y salida de sustancias ilegales están en aumento.
La falta de un barco de reemplazo ha intensificado la preocupación entre los agentes del SVA. Actualmente, solo se cuenta con el patrullero Sacre, que, aunque tiene un historial de intervenciones exitosas, presenta limitaciones significativas. Con una autonomía de navegación reducida y menos recursos, el Sacre no puede cubrir adecuadamente las necesidades de vigilancia en un área tan estratégica como lo es el Archipiélago canario. Esta carencia de medios ha llevado a la reubicación de 44 agentes marítimos a tareas no operativas, lo que significa que no están disponibles para realizar patrullajes en alta mar, una actividad crucial para la detección y persecución de narcotraficantes.
### La Reasignación de Agentes y sus Consecuencias
La decisión de restringir la jornada laboral de los agentes a un horario administrativo de 8:00 a 15:00 horas ha generado un descontento significativo entre los funcionarios. Esta medida ha sido interpretada como una falta de consideración hacia la naturaleza del trabajo que realizan, dado que el narcotráfico no se detiene durante las horas de oficina. La ironía de la situación ha sido destacada por los propios agentes, quienes advierten que esta restricción crea un entorno propicio para que los narcotraficantes operen sin temor a ser detectados.
La falta de un patrullero operativo ha llevado a que los agentes sean reasignados a tareas como el control de escáneres en puertos, dejando las costas y playas sin vigilancia en un periodo crítico, como es el verano. Este cambio no solo afecta la capacidad de respuesta ante el narcotráfico, sino que también pone en riesgo la seguridad de la población local, que podría verse más expuesta a las actividades del crimen organizado.
### Problemas de Mantenimiento y Seguridad en el Cóndor
El patrullero Cóndor, que ha estado en servicio por poco más de tres años, ha sufrido problemas de corrosión y otros fallos mecánicos que han sido reportados por la tripulación. A pesar de las advertencias sobre la peligrosidad de operar un barco en tales condiciones, las reparaciones realizadas hasta ahora han sido insuficientes. La situación se agravó cuando un cable de la grúa se rompió, provocando que una de las lanchas auxiliares cayera al agua durante un operativo. Afortunadamente, la lancha estaba vacía, pero el incidente subraya la urgencia de abordar los problemas de mantenimiento del Cóndor.
La delegada de la Agencia Tributaria en Canarias, Carmen Guillén, ha admitido la falta de claridad sobre cuándo se podrá contar nuevamente con un patrullero operativo en la región. La ausencia de un «umbral de retorno» para el Cóndor significa que no hay una fecha prevista para su regreso, lo que deja a las autoridades en una situación de incertidumbre.
La importancia del Cóndor en la lucha contra el narcotráfico no puede subestimarse. En su primer año de operaciones, el patrullero participó en la incautación de más de 100,000 kilos de hachís y fue clave en ejercicios de seguridad marítima junto a la Armada. Sin embargo, su inoperatividad actual pone en riesgo no solo las operaciones de vigilancia, sino también la seguridad de los agentes que dependen de un equipo adecuado para llevar a cabo su trabajo.
La falta de recursos y la ineficiencia en la gestión del mantenimiento de los patrulleros han generado un clima de frustración entre los agentes del SVA. Muchos de ellos sienten que sus advertencias sobre la seguridad y operatividad del Cóndor no han sido tomadas en serio, lo que ha llevado a una disminución en la moral del equipo. La situación actual es un claro reflejo de la necesidad urgente de invertir en recursos adecuados para combatir el narcotráfico en una de las rutas más transitadas de Europa.
La crisis del patrullero Cóndor es un llamado de atención sobre la importancia de mantener una flota marítima operativa y bien mantenida para garantizar la seguridad en las aguas canarias. Sin un compromiso claro por parte de las autoridades para abordar estos problemas, la lucha contra el narcotráfico en la región se verá comprometida, dejando a las comunidades locales vulnerables ante las actividades del crimen organizado.