La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha logrado un hito significativo en la salud global al aprobar el primer Acuerdo Mundial sobre Pandemias. Este acuerdo, que fue adoptado por consenso durante la 78ª Asamblea Mundial de la Salud, representa un esfuerzo concertado de los Estados Miembros para enfrentar las futuras amenazas pandémicas de manera más efectiva. Tras más de tres años de intensas negociaciones, este tratado busca establecer un marco que garantice un mundo más seguro y equitativo frente a pandemias, aprendiendo de las lecciones que dejó la crisis de COVID-19.
### Un Acuerdo Histórico para la Salud Pública
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, destacó la importancia de este acuerdo, señalando que representa una victoria para la salud pública y la acción multilateral. Con 124 votos a favor y sin objeciones, el consenso alcanzado refleja la determinación de los países para trabajar juntos en la protección de sus ciudadanos y economías frente a futuras crisis sanitarias. El acuerdo no solo establece principios y enfoques para la coordinación internacional, sino que también enfatiza la necesidad de un acceso equitativo a vacunas, tratamientos y diagnósticos.
Uno de los aspectos más relevantes del Acuerdo de la OMS sobre Pandemias es su enfoque en la soberanía nacional. El tratado aclara que no otorga a la OMS autoridad para imponer legislaciones o políticas nacionales, lo que permite a los países mantener el control sobre sus decisiones sanitarias. Esto es crucial en un contexto donde la autonomía de los Estados es un tema delicado, especialmente en situaciones de emergencia.
### Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias
El Acuerdo establece un marco para la preparación y respuesta ante pandemias, incluyendo la creación de un Sistema de Acceso a Patógenos y Distribución de Beneficios (SAP). Este sistema será fundamental para asegurar que los beneficios derivados de la investigación y el uso de datos durante pandemias se compartan de manera justa. Un Grupo de Trabajo Intergubernamental (GTI) se encargará de redactar y negociar este sistema, cuyo resultado se presentará en la próxima Asamblea Mundial de la Salud.
Además, el acuerdo contempla la creación de un Mecanismo Financiero de Coordinación que facilitará el acceso a productos sanitarios esenciales durante emergencias de salud pública. Este mecanismo tiene como objetivo eliminar barreras que impidan el acceso equitativo a tratamientos y vacunas, especialmente en países en desarrollo que suelen ser los más afectados durante crisis sanitarias.
Los fabricantes de productos farmacéuticos también jugarán un papel crucial en este nuevo marco. Se espera que, como parte del sistema PABS, proporcionen un acceso rápido al 20% de su producción de vacunas y tratamientos durante emergencias. Esta medida busca garantizar que los países con mayores necesidades reciban la ayuda necesaria en el momento adecuado, priorizando la salud pública y el bienestar de las poblaciones más vulnerables.
La ministra de Sanidad de España, Mónica García, enfatizó que este acuerdo es un paso hacia un enfoque más colaborativo y solidario en la salud global. En un contexto donde el negacionismo y el aislamiento están en aumento, el tratado representa un compromiso renovado con el multilateralismo y la ciencia. García subrayó que el conocimiento y los recursos deben estar al servicio de la salud de todos, independientemente de su ubicación o situación económica.
El Acuerdo de la OMS sobre Pandemias no solo es un documento legal, sino un llamado a la acción para todos los países. La implementación de sus principios y herramientas será fundamental para enfrentar futuras pandemias de manera más efectiva. La comunidad internacional tiene la responsabilidad de aprender de los errores del pasado y trabajar juntos para construir un sistema de salud global más resiliente y equitativo.
En resumen, la aprobación de este acuerdo marca un nuevo capítulo en la gobernanza de la salud global. A medida que el mundo se enfrenta a desafíos sanitarios cada vez más complejos, la colaboración y la solidaridad serán esenciales para proteger a las poblaciones y garantizar que nadie quede atrás en la lucha contra las pandemias. La OMS, junto con los Estados Miembros, se compromete a trabajar en la implementación de este acuerdo, asegurando que las lecciones aprendidas de la crisis de COVID-19 se traduzcan en acciones concretas y efectivas para el futuro.