La reciente publicación de las declaraciones de bienes de los altos cargos del Gobierno de Canarias ha suscitado un gran interés en la opinión pública. Este ejercicio de transparencia, que se realiza anualmente, permite conocer la situación patrimonial de los miembros del Ejecutivo regional. En esta ocasión, los datos revelan que, aunque los altos funcionarios poseen activos significativos, sus cuentas corrientes son notablemente bajas.
### Activos y Pasivos de los Altos Cargos
El Boletín Oficial de Canarias (BOC) ha hecho público un informe detallado sobre los bienes de varios altos cargos, incluyendo al portavoz del Gobierno, Alfonso Cabello, y otros consejeros como Pablo Rodríguez, Mariano Zapata y Manuel Domínguez. En general, los activos de estos funcionarios rondan los 200.000 euros, aunque algunos superan esta cifra.
Por ejemplo, Alfonso Cabello ha declarado un total de activos que asciende a 347.390,57 euros. De esta cantidad, 136.390,57 euros corresponden a bienes inmuebles, mientras que 62.556 euros provienen de una herencia. Sin embargo, su cuenta corriente muestra un saldo de solo 9.000 euros, lo que plantea preguntas sobre la liquidez de sus finanzas.
Pablo Rodríguez, el consejero de Obras Públicas, tiene activos totales de 262.768,62 euros, de los cuales 252.961,62 euros son bienes inmuebles. Su cuenta corriente también es modesta, con 5.000 euros, y sus deudas alcanzan los 144.885 euros. En contraste, Mariano Zapata destaca por no tener deudas, con activos totales de 206.114,76 euros y un saldo en su cuenta corriente de 6.286,34 euros.
El caso de Manuel Domínguez es particularmente llamativo, ya que su cuenta corriente solo muestra 1.563,70 euros. Sus activos y pasivos son casi equivalentes, con 146.697,12 euros en activos y 142.793,66 euros en deudas. Esta situación financiera plantea interrogantes sobre la gestión de sus recursos.
### La Obligación de Declarar Bienes
La ley de Incompatibilidades de los miembros del Gobierno y altos cargos de la Administración Pública de Canarias establece que estos funcionarios deben declarar sus bienes dentro de los tres meses posteriores a su toma de posesión. Además, están obligados a actualizar esta información cada vez que haya cambios en su situación patrimonial, como la adquisición o transmisión de bienes.
Este ejercicio de transparencia no solo se limita a los actuales miembros del Gobierno, sino que también incluye a aquellos que han cesado su actividad en el último año. Por ello, el BOC también presenta las declaraciones de exmiembros como Román Rodríguez y Blas Acosta, quienes han tenido trayectorias significativas en la política canaria.
Román Rodríguez, por ejemplo, declaró activos por un total de 435.996,90 euros, con 364.310,00 euros en bienes inmuebles. Su cuenta de ahorro muestra más de 50.000 euros, mientras que sus pasivos superan los 20.000 euros. Por otro lado, Blas Acosta reportó activos de 180.000 euros, aunque su pasivo se eleva a 185.000 euros, lo que indica una situación financiera más complicada.
Además de los altos cargos, el informe también incluye a asesores y otros funcionarios, cuyas declaraciones reflejan una amplia gama de situaciones económicas. Algunos asesores tienen activos que oscilan entre 1.000 euros y 560.000 euros, lo que muestra la diversidad en la situación patrimonial de los empleados públicos en Canarias.
Por ejemplo, Cristina Hernández, asesora del Comisionado del REF, reportó activos de 560.094,76 euros, mientras que otros asesores como Carlos Juan González Suárez solo declararon 1.169 euros. Esta variabilidad en las declaraciones de bienes resalta la complejidad del panorama financiero entre los altos funcionarios y sus asesores.
La publicación de estas declaraciones no solo es un requisito legal, sino que también es un paso hacia la rendición de cuentas y la transparencia en la gestión pública. La ciudadanía tiene derecho a conocer la situación patrimonial de quienes ocupan cargos de responsabilidad en el Gobierno, y este ejercicio anual contribuye a fomentar la confianza en las instituciones.
En resumen, la reciente publicación de las declaraciones de bienes de los altos cargos del Gobierno de Canarias revela una situación financiera que, aunque muestra activos significativos, también plantea interrogantes sobre la liquidez y la gestión de recursos de estos funcionarios. La obligación de declarar bienes es un componente esencial de la transparencia en la administración pública, y su cumplimiento es fundamental para fortalecer la confianza ciudadana en el Gobierno.