La reciente presentación del Plan de Activación Socio-Económica en Lanzarote ha marcado un hito en la forma en que se conciben los proyectos de desarrollo en las Islas Canarias. Este ambicioso plan, desarrollado por la Cámara de Comercio, articula un total de 138 proyectos con una inversión estimada de 646 millones de euros a ejecutarse en la próxima década. La iniciativa busca transformar Lanzarote y La Graciosa en un modelo sostenible y resiliente, alineado con las aspiraciones de la comunidad local.
La singularidad de este plan radica en su enfoque participativo, donde se han involucrado a diversos agentes sociales y económicos, así como a más de mil ciudadanos. Marcos Cohen, Socio-Fundador de Cumbre 8, una consultora boutique que ha jugado un papel crucial en el desarrollo de este plan, destaca que nunca antes se había concentrado tanto detalle y ambición en un solo proyecto para estas islas. La visión compartida y el consenso alcanzado son elementos clave que diferencian este plan de iniciativas anteriores.
### Liderazgo de la Cámara de Comercio: Un Enfoque Despolitizado
Una de las características más destacadas del Plan de Activación es que es liderado por la Cámara de Comercio en lugar de una administración pública. Esto permite despolitizar el proyecto, creando un marco estable de colaboración público-privada que puede perdurar a lo largo de los cambios políticos. Según Cohen, este enfoque otorga neutralidad y legitimidad al plan, facilitando el diálogo con todos los actores involucrados, desde instituciones hasta empresas y ciudadanos.
La importancia de este liderazgo radica en la necesidad de continuidad en la gestión de grandes retos como la vivienda, la movilidad y la sostenibilidad ambiental. Estos desafíos no se resuelven en un ciclo electoral, sino que requieren una planificación a largo plazo. El plan, concebido para un horizonte de diez años, establece hitos medibles y una hoja de ruta clara que trasciende el corto plazo político. Esto no solo garantiza que se mantenga el enfoque en los objetivos, sino que también permite a la comunidad exigir el cumplimiento de los compromisos adquiridos.
### Diversificación Turística y Proyección Internacional
Uno de los retos más significativos que plantea el Plan de Activación es la diversificación de la oferta y la demanda turística. Cumbre 8, con su experiencia en el sector, se ha comprometido a unir la realidad canaria con una visión global. Esto se traduce en iniciativas concretas, como la reciente misión a Texas, donde se busca abrir mercados para productos locales y atraer inversiones en sectores estratégicos.
Cohen enfatiza que la meta no es solo exportar talento y proyectos, sino también posicionar a Canarias como un territorio innovador y sostenible. La consultoría, en este sentido, se convierte en un motor de transformación colectiva, donde el propósito del territorio se alinea con las acciones emprendidas. La idea es que Canarias no sea vista únicamente como un destino turístico tradicional, sino como un lugar con un potencial significativo para el desarrollo sostenible y la innovación.
En Lanzarote, Cumbre 8 está colaborando con los Centros de Arte, Cultura y Turismo (CACT) en el Marco Estratégico de Transformación (MET), un proyecto que busca transformar el modelo turístico hacia uno más sostenible y auténtico. La estrategia se centra en atraer un turismo de mayor calidad, que respete el entorno y genere un retorno equilibrado para la sociedad. Esto implica que los beneficios económicos se traduzcan en mejores infraestructuras y oportunidades para los residentes, mejorando así la calidad de vida en la isla.
### Captación de Fondos y Confianza Ciudadana
La ejecución de proyectos de tal envergadura requiere también una sólida estrategia de captación de fondos. Cumbre 8 ha demostrado su capacidad en este ámbito, trabajando con el Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna en un servicio de consultoría técnica especializada en fondos europeos, gestionando un paquete de proyectos valorado en más de 20 millones de euros.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos y la planificación, persiste una desconfianza entre algunos ciudadanos respecto a la efectividad de estos planes. Cohen reconoce que esta desconfianza es comprensible, dado que en el pasado muchos proyectos no se materializaron. Sin embargo, asegura que Cumbre 8 trabaja de manera diferente, acompañando a las administraciones para garantizar que lo planificado sea coherente, viable y, sobre todo, ejecutable.
El enfoque participativo del Plan de Activación, que ha involucrado a la comunidad desde el inicio, es una de las mejores garantías de que este plan no se convierta en un mero documento, sino en una herramienta de transformación real. La conexión directa con la realidad y con la ciudadanía es fundamental para asegurar que los cambios se traduzcan en mejoras tangibles en la calidad de vida de los habitantes de Lanzarote y La Graciosa.