La controversia en torno a Shein, el gigante del ‘fast fashion’, ha alcanzado un nuevo nivel en Francia, donde el gobierno ha intensificado su escrutinio sobre la marca debido a la reciente comercialización de productos altamente polémicos. La situación se ha vuelto aún más tensa con la inminente apertura de la primera tienda física de Shein en París, un evento que ha desatado protestas y críticas de diversas organizaciones y figuras públicas.
### La Prohibición de Productos Controversiales
Recientemente, el gobierno francés ha tomado medidas drásticas contra Shein tras la aparición de muñecas sexuales que, según las autoridades, fomentan la pornografía infantil. A pesar de que la compañía ha retirado estos productos de su catálogo, el ministro de Economía, Roland Lescure, ha advertido que si la marca vuelve a comercializar artículos similares, se le prohibirá el acceso al mercado francés. «Si esta conducta se repite, estaremos en nuestro derecho, y lo ejerceré, de prohibir el acceso de Shein al mercado francés», declaró Lescure en una entrevista.
Este escándalo ha llevado a una investigación judicial que no solo involucra a Shein, sino también a otras plataformas como Temu y Wish, donde se han encontrado productos similares. La Unidad Antifraude de Francia ha sido clave en la denuncia de estos artículos, y ahora las autoridades buscan investigar a los compradores, aunque reconocen que la cooperación de las plataformas asiáticas es escasa. La situación se complica aún más por el hecho de que Shein ha afirmado que las muñecas eran de producción local, un detalle que ha suscitado escepticismo entre los investigadores.
### Protestas y Reacciones en el Sector de la Moda
La apertura de la tienda física de Shein en el emblemático almacén BHV Marais de París ha generado un gran rechazo entre las autoridades locales y el sector de la moda. La exeditora de Vogue Francia, Carine Roitfeld, ha señalado que la moda en Francia es parte integral de la cultura nacional, comparándola con el vino y la literatura. Este sentimiento ha llevado a que varios grupos, incluidos activistas y organizaciones contra la violencia infantil, realicen protestas frente a la tienda.
Durante una de estas manifestaciones, la asociación Mouv’Enfants mostró carteles que denunciaban la promoción de la pedocriminalidad por parte de Shein. Activistas del colectivo Femen también se unieron a las protestas, utilizando su cuerpo como medio de expresión para resaltar la gravedad de la situación. La indignación ha sido palpable, y muchos consideran que la llegada de Shein a Francia representa una amenaza para los valores culturales y éticos del país.
A pesar de las críticas y las sanciones que ha enfrentado, Shein ha continuado expandiendo su presencia en el mercado francés. Este año, la marca ha sido multada en varias ocasiones por incumplimientos relacionados con la legislación sobre cookies, publicidad engañosa y la falta de información sobre microfibras de plástico en sus productos. Estas sanciones han llevado al Senado a aprobar la Ley anti-Shein, que busca regular las prácticas abusivas de la marca y de los influencers que promocionan sus productos.
La apertura de la tienda en París está programada para el 5 de noviembre, y se espera que sea un evento significativo no solo por la afluencia de público, sino también por la controversia que la rodea. La tienda contará con un espacio de 1,000 metros cuadrados y se planea abrir más sucursales en otras ciudades francesas como Dijon, Reims, Grenoble, Angers y Limoges.
La situación de Shein en Francia es un reflejo de un conflicto más amplio entre la moda rápida y las preocupaciones éticas y culturales. A medida que la marca continúa enfrentando críticas y sanciones, el futuro de su operación en el país se mantiene incierto. Las acciones del gobierno francés y la respuesta de la sociedad civil serán cruciales para determinar el rumbo de esta batalla entre el comercio global y los valores locales.
									 
					