La reunión entre el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, y el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, se llevará a cabo en Lanzarote con el objetivo de discutir temas cruciales que afectan a las islas, entre los que destaca la situación de los menores migrantes. Este encuentro se produce en un contexto de creciente tensión entre el Gobierno canario y el estatal, especialmente en lo que respecta al traslado de menores que han llegado a las islas en busca de asilo.
La crisis de los menores migrantes ha sido un tema recurrente en la agenda política de Canarias. Clavijo ha expresado su preocupación por el hacinamiento en los centros de acogida y ha solicitado al Gobierno central una mayor agilidad en el proceso de traslado de estos menores a la península. En este sentido, el presidente canario ha manifestado su esperanza de que la reunión sirva para establecer un flujo de distribución que sea «razonable» y que se haga justicia con Canarias, que ha asumido una carga desproporcionada en la gestión de la migración.
El ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, también estará presente en la reunión. Torres ha liderado la Comisión Interministerial de Migraciones y ha trabajado en la modificación del artículo 35 de la Ley de Extranjería, un cambio que busca facilitar el proceso de acogida y traslado de menores. La presencia de Torres es significativa, ya que su papel ha sido fundamental en las negociaciones entre el Gobierno canario y el estatal.
En los días previos a este encuentro, se han producido intercambios de acusaciones entre ambos gobiernos. Clavijo ha criticado la «improvisación» del Estado en la gestión de la migración, mientras que el Gobierno central ha señalado la «deslealtad institucional» de Canarias. Esta dinámica de reproches ha generado un clima de desconfianza que podría complicar las negociaciones durante la reunión.
Los temas a tratar no se limitan únicamente a la migración. También se abordarán cuestiones relacionadas con la financiación autonómica, la reconstrucción de La Palma tras la erupción del volcán, y la Política Agraria Común (PAC). Clavijo ha manifestado su preocupación por los recortes que se están planteando en el nuevo escenario presupuestario de la Unión Europea, lo que podría afectar gravemente al sector primario de Canarias.
La agenda canaria, un documento que recoge los compromisos del Estado con las islas, también será un punto clave en la discusión. Según Clavijo, hasta el momento se ha cumplido con el 65% de los acuerdos establecidos, pero aún quedan tareas pendientes, como el plan de recuperación de La Palma. La falta de cumplimiento de estos compromisos ha sido una fuente de frustración para el Gobierno canario, que espera que esta reunión sirva para avanzar en estos temas.
Por otro lado, el Partido Popular canario ha criticado duramente al presidente Sánchez, acusándolo de no cumplir con sus promesas en materia migratoria y económica. Jacob Qadri, coordinador general del PP en las islas, ha afirmado que no espera cambios significativos tras la reunión y ha calificado a Sánchez como una persona que «no tiene ningún tipo de palabra». Esta postura refleja la creciente polarización política en Canarias, donde la gestión de la migración se ha convertido en un tema de debate candente.
El encuentro en Lanzarote se produce en un contexto en el que la presión sobre el sistema de acogida en Canarias ha aumentado. Con la llegada de nuevos migrantes, se hace urgente encontrar soluciones efectivas que alivien la situación de hacinamiento en los centros de acogida. Clavijo ha recordado que, con la llegada de septiembre, se espera un incremento en la llegada de migrantes, lo que hace que la necesidad de una respuesta rápida y coordinada sea aún más apremiante.
La reunión entre Clavijo y Sánchez se prevé breve, con una duración estimada de no más de una hora. Sin embargo, la importancia de los temas a tratar podría hacer que se extienda más allá de lo previsto. Ambos líderes se enfrentan a un curso político que promete ser intenso, con la gestión de la migración como uno de los principales desafíos.
En este contexto, la reunión en Lanzarote no solo es una oportunidad para abordar la crisis de los menores migrantes, sino también para fortalecer la relación entre el Gobierno canario y el estatal. La forma en que se desarrollen las negociaciones y los acuerdos alcanzados en este encuentro podrían tener un impacto significativo en la gestión de la migración y en la situación económica y social de Canarias en los próximos meses.