La situación migratoria en Canarias ha vuelto a ser objeto de controversia tras las recientes declaraciones del líder de Vox, Santiago Abascal, durante su visita al archipiélago. En sus afirmaciones, Abascal vinculó la llegada de inmigrantes con un aumento de la inseguridad y el colapso de los servicios esenciales en la región. Esta retórica ha generado una respuesta contundente por parte de las autoridades canarias, quienes defienden la convivencia pacífica y el manejo adecuado de la migración en las islas.
**La respuesta del Gobierno canario**
El delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, fue uno de los primeros en reaccionar a las declaraciones de Abascal. En una reunión de la Autoridad de Coordinación ante la Inmigración, Pestana enfatizó que el objetivo de la ultraderecha es propagar «mentiras y bulos» que solo generan crispación. Según Pestana, Canarias ha recibido a 18 millones de turistas, y a pesar de este flujo, las estadísticas de delitos en las islas se mantienen por debajo de la media nacional. Esto contradice la afirmación de que la inmigración está relacionada con un aumento de la criminalidad.
La Fiscal Superior de Canarias, María Farnés, también se pronunció al respecto, afirmando que no existen datos que respalden la idea de que la inmigración esté vinculada a un incremento de la delincuencia. Esta declaración se produjo en un contexto en el que el portavoz nacional de seguridad de Vox había criticado a la Fiscalía, acusándola de manipular datos para ocultar la supuesta relación entre inmigración y criminalidad violenta.
El portavoz del Ejecutivo canario, Alfonso Cabello, también se unió a la defensa de la convivencia en las islas, señalando que la estrategia de Vox busca generar confrontación en un lugar donde la población ha convivido con el fenómeno migratorio durante más de 30 años. Cabello subrayó que Canarias no es el espacio adecuado para que la ultraderecha intente trasladar la polarización política que se vive en la península.
**La postura del Partido Popular y Coalición Canaria**
En medio de este debate, el Partido Popular (PP) ha endurecido su discurso sobre las políticas migratorias a nivel nacional, buscando evitar que Vox le arrebate votos en este tema sensible. Recientemente, el PP presentó un plan que incluye propuestas para restringir el acceso a permisos de residencia permanente, lo que ha generado críticas y confusión en Canarias, donde el PP gobierna en coalición con Coalición Canaria.
A pesar de la presión de Vox, el PP canario ha optado por no posicionarse claramente sobre las declaraciones de Abascal. David Toledo, secretario de organización de Coalición Canaria, expresó su preocupación por la contradicción que representa que un partido que busca convertir a Canarias en una «cárcel para migrantes» se queje de la presión sobre los servicios esenciales. Toledo argumentó que las afirmaciones de Vox no tienen fundamento y que la realidad en las islas es muy diferente a la que intenta presentar el partido de ultraderecha.
La situación migratoria en Canarias es compleja y ha sido un tema recurrente en la política local y nacional. Las islas, como frontera sur de Europa, han sido históricamente un punto de llegada para migrantes que buscan mejores oportunidades. Sin embargo, la forma en que se aborda este fenómeno ha variado, y la retórica política puede influir en la percepción pública y en la convivencia entre los diferentes grupos de la sociedad.
Las declaraciones de Abascal han sido vistas como un intento de generar miedo y odio, algo que los líderes canarios rechazan de manera contundente. La comunidad canaria ha demostrado a lo largo de los años una capacidad notable para integrar a los migrantes, y las autoridades locales están decididas a mantener ese clima de convivencia y respeto mutuo.
La respuesta de las autoridades canarias a las afirmaciones de Vox es un recordatorio de que la política migratoria debe basarse en datos y hechos, no en discursos que buscan dividir a la sociedad. La defensa de la convivencia y el respeto a los derechos humanos son pilares fundamentales en la gestión de la migración en las islas, y los líderes canarios están comprometidos a seguir trabajando en esta dirección, a pesar de los intentos de polarización por parte de algunos sectores políticos.
