Los trabajadores del Centro de Internamiento Educativo para Menores Infractores (CIEMI) Tabares han llevado a cabo una manifestación en Santa Cruz de Tenerife, exigiendo mejores condiciones laborales y un entorno seguro para desempeñar su labor. Al grito de «más soluciones, menos agresiones» y «no más golpes, no más miedo», los profesionales del centro han hecho un llamado a la atención pública sobre la precariedad y la violencia que enfrentan en su día a día.
La situación en el CIEMI Tabares ha sido objeto de preocupación durante años, pero ha alcanzado un punto crítico que ha llevado a los trabajadores a salir a la calle. Patricia Pérez, presidenta del comité de empresa del sindicato USO Canarias y trabajadora del centro, ha compartido su experiencia sobre la inseguridad que sienten al acudir a sus puestos de trabajo. Según Pérez, muchos de sus compañeros temen por su vida debido a las agresiones verbales y físicas que sufren casi a diario por parte de los menores internos.
### La Realidad de la Precariedad Laboral
La precariedad laboral en el CIEMI Tabares es un tema recurrente en las quejas de los trabajadores. A pesar de los múltiples intentos de diálogo con la Consejería de Bienestar Social del Gobierno de Canarias, las soluciones han sido escasas. Durante la manifestación, los trabajadores denunciaron que la administración ha ignorado sus peticiones y que, en ocasiones, las reuniones solicitadas han sido desviadas hacia la dirección del centro, en lugar de ser atendidas por las autoridades competentes.
Pérez ha señalado que la situación se ha agravado desde la apertura de Tabares 2, donde el número de internos ha aumentado, pero el personal ha disminuido. Esto ha llevado a una sobrecarga de trabajo y a un ambiente de trabajo cada vez más hostil. La falta de personal cualificado también ha sido un punto crítico; muchos de los nuevos empleados son jóvenes sin experiencia, lo que dificulta la gestión de situaciones conflictivas con los internos.
El estrés y la ansiedad son problemas comunes entre los trabajadores, quienes enfrentan un entorno laboral que no solo es demandante, sino también peligroso. Según Pérez, muchos de sus compañeros están de baja por problemas de salud mental o por haber sufrido agresiones. La situación ha llevado a un llamado urgente para que se reconozca su labor como una profesión de riesgo, similar a la de policías, médicos y profesores.
### Demandas y Futuro del Centro
Los trabajadores del CIEMI Tabares han formulado varias demandas específicas durante sus protestas. En primer lugar, exigen un aumento en el número de personal para poder atender adecuadamente a los 92 internos que actualmente se encuentran en el centro. La sobrecarga de trabajo no solo afecta la calidad del servicio que pueden ofrecer, sino que también incrementa el riesgo de agresiones y conflictos.
Además, han solicitado que se implementen programas de formación y capacitación para el personal, asegurando que todos los trabajadores estén debidamente preparados para manejar situaciones difíciles. La falta de experiencia y formación ha sido un factor que ha contribuido a la escalada de violencia en el centro, y los trabajadores creen que una mejor preparación podría mitigar estos problemas.
Por último, los profesionales del CIEMI Tabares han pedido que se les reconozca como agentes de autoridad, lo que les otorgaría mayores derechos y protección en el ejercicio de sus funciones. Este reconocimiento es fundamental para garantizar un entorno laboral seguro y respetado, y para que puedan desempeñar su labor con la dignidad que merecen.
La manifestación del 7 de julio ha sido solo una de las muchas acciones que los trabajadores han llevado a cabo para visibilizar su situación. La comunidad ha mostrado su apoyo, y muchos ciudadanos han expresado su solidaridad con las demandas de los profesionales del CIEMI Tabares. Sin embargo, la respuesta del Gobierno de Canarias sigue siendo incierta, y los trabajadores están decididos a continuar con sus movilizaciones hasta que se logren cambios significativos en sus condiciones laborales.
La lucha por la dignidad y la seguridad en el trabajo es un tema que trasciende las paredes del CIEMI Tabares. La situación de estos trabajadores refleja un problema más amplio en el sistema de atención a menores en Canarias, donde la falta de recursos y el aumento de la violencia han puesto en jaque la labor de quienes se dedican a la educación y rehabilitación de jóvenes en conflicto con la ley. La esperanza de los trabajadores es que su voz sea escuchada y que, finalmente, se tomen medidas efectivas para garantizar su seguridad y bienestar en el trabajo.