En un contexto de creciente descontento social, agricultores y taxistas han decidido unirse para manifestar su rechazo a las políticas gubernamentales que consideran perjudiciales para sus sectores. Este lunes, las calles de Francia se vieron bloqueadas por tractores y vehículos de taxi, en una acción coordinada que busca llamar la atención sobre la falta de apoyo institucional y las normativas que consideran abusivas.
**Agricultores en Pie de Guerra**
Los agricultores fueron los primeros en tomar la iniciativa, concentrándose frente a la Asamblea Nacional en París con una decena de tractores. Al mismo tiempo, otros cientos de campesinos iniciaron bloqueos en regiones como Essonne, Yvelines y Val-d’Oise. La razón detrás de estas protestas es el rechazo a un proyecto de ley agrícola que se discute esta semana, el cual busca eliminar restricciones en el sector agrícola. Entre las medidas más controvertidas se encuentra la reintroducción del pesticida acetamiprid, prohibido en Francia desde 2018 debido a su impacto negativo en los polinizadores.
Los agricultores, especialmente aquellos dedicados al cultivo de remolacha y avellana, argumentan que el acetamiprid es esencial para combatir plagas que amenazan sus cosechas. Sin embargo, los ecologistas y miembros de La Francia Insumisa (LFI) han presentado 3,500 enmiendas al proyecto de ley, advirtiendo que su aprobación podría ser una «bomba de tiempo» para la salud pública y la biodiversidad. La tensión en la Cámara se intensifica, ya que los sindicatos de agricultores, como la FNSEA, consideran que el texto es vital para la supervivencia del sector, especialmente tras la crisis del año pasado que llevó a prolongadas protestas.
El ministro del Interior, Bruno Retailleau, se dirigió a los agricultores durante su intervención en la Asamblea, recordando que hace tres décadas la industria agrícola sufrió un colapso debido a la burocracia y las políticas europeas. Su mensaje fue claro: no permitir que la agricultura enfrente el mismo destino. Los campesinos, por su parte, expresan su frustración ante las crecientes dificultades económicas y administrativas que enfrentan, lo que pone en riesgo el relevo generacional en el campo.
**Taxistas en Lucha por la Sostenibilidad del Sector**
Simultáneamente, los taxistas también han intensificado sus protestas, bloqueando los accesos a los aeropuertos de Orly y Charles de Gaulle. Esta acción se produce tras varios días de manifestaciones en las que han expresado su descontento con las nuevas condiciones económicas del transporte de enfermos. Según los taxistas, el aumento de tarifas ha reducido drásticamente sus márgenes de beneficio, lo que ha llevado a una precarización del sector.
Los taxistas han señalado a las plataformas digitales como una competencia desleal, argumentando que estas empresas no contribuyen fiscalmente en Francia, mientras que ellos sí lo hacen. Emmanuelle Cordier, presidenta de la Federación Nacional de Taxis, ha amenazado con interrumpir eventos importantes como el Roland Garros si el Gobierno no responde a sus demandas. La situación ha llevado al primer ministro a reunirse con los sindicatos del taxi en un intento por calmar las tensiones, aunque hasta ahora no se han logrado avances significativos.
La combinación de estas protestas refleja un descontento más amplio en la sociedad francesa, donde las políticas gubernamentales son vistas como insuficientes para abordar las necesidades de sectores clave como la agricultura y el transporte. Con un Parlamento dividido y una economía que enfrenta desafíos significativos, el Gobierno de Bayrou se encuentra en una posición complicada para gestionar estas crisis. Las manifestaciones de agricultores y taxistas son un claro indicativo de que la paciencia de estos sectores se está agotando, y que están dispuestos a tomar medidas drásticas para ser escuchados.