La plaza de Manuel Becerra, ubicada en La Isleta, fue el escenario de una manifestación que reunió a alrededor de un centenar de personas en respuesta a un trágico suceso que involucró a una menor tutelada. Esta joven fue víctima de una agresión que la dejó con graves quemaduras, presuntamente a manos de un individuo de origen magrebí. La manifestación, que se llevó a cabo el 27 de julio de 2025, estuvo marcada por gritos de «¡Deportación!» por parte de los asistentes, quienes expresaron su indignación y preocupación por la seguridad en su comunidad.
La convocatoria de esta protesta fue impulsada por un particular, aunque también contó con la presencia del diputado nacional de Vox, Alberto Rodríguez, quien se unió a los manifestantes para mostrar su apoyo. Durante su intervención, Rodríguez criticó las políticas de inmigración del Partido Popular, del PSOE y de Coalición Canaria, argumentando que estas decisiones han tenido consecuencias negativas para los ciudadanos. «Las políticas de puertas abiertas a la inmigración ilegal tienen consecuencias que pagan los ciudadanos», afirmó, subrayando la frustración de los vecinos de La Isleta.
El ambiente durante la manifestación se tornó tenso cuando un hombre se acercó a los manifestantes gritando «¡racistas!», lo que casi provoca un enfrentamiento. Sin embargo, la intervención de las fuerzas policiales logró mantener el orden y separar a los involucrados. A pesar de la falta de un manifiesto oficial, el influencer tinerfeño Rudy Ruymán tomó la palabra para expresar su descontento con la ineficacia en la ejecución de las órdenes de expulsión de migrantes. Ruymán, conocido por su fuerte presencia en redes sociales, ha sido una figura controvertida, habiendo denunciado a dos murgas del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife por acusaciones de racismo en su contra.
La manifestación ha suscitado un amplio debate en la sociedad canaria. Diversas asociaciones sociales, sindicales y políticas habían solicitado previamente la prohibición de la protesta, argumentando que podría poner en riesgo la convivencia y el orden público, especialmente debido a su proximidad al centro de menores migrantes Canarias 50. Este temor se ve alimentado por incidentes recientes en otras partes de España, como los disturbios en Torre Pacheco, Murcia, donde grupos ultras promovieron la caza de migrantes.
La Red Feminista de Gran Canaria también ha expresado su preocupación por lo que consideran un uso instrumental y xenófobo de un caso tan grave como el intento de feminicidio de una menor. Este tipo de reacciones pone de manifiesto la polarización que existe en la sociedad en torno a la inmigración y la seguridad, temas que han cobrado una relevancia significativa en el debate público.
El caso de la menor quemada ha captado la atención de los medios y la opinión pública, no solo por la gravedad de la agresión, sino también por las implicaciones que tiene en el contexto de la inmigración en Canarias. La joven fue trasladada a la Unidad de Quemados del Hospital de Sevilla debido a la gravedad de sus heridas, y aunque su estado es crítico, se ha informado que está evolucionando favorablemente.
Por otro lado, el presunto autor de la agresión se encuentra en prisión provisional, a la espera de que se esclarezcan los hechos. Recientemente, fue escoltado al lugar de los hechos para aclarar las contradicciones que han surgido en torno al caso. Este desarrollo ha añadido más tensión a una situación ya de por sí delicada.
La manifestación en La Isleta es un reflejo de las tensiones sociales que se viven en muchas comunidades de España, donde la inmigración se ha convertido en un tema candente. La percepción de inseguridad y la preocupación por la convivencia pacífica son sentimientos que resuenan en muchos ciudadanos, lo que a menudo se traduce en movilizaciones como la que tuvo lugar en La Isleta.
A medida que la situación se desarrolla, es probable que sigan surgiendo debates sobre cómo abordar la inmigración y la seguridad en las comunidades locales. La respuesta de las autoridades y la sociedad civil será crucial para determinar el rumbo de estos acontecimientos y la forma en que se gestionen las tensiones que han emergido a raíz de este trágico suceso.