En la mañana de este lunes, se llevó a cabo un importante paso en la gestión de la migración en España, con la salida de los primeros diez menores solicitantes de asilo desde el recurso Canarias 50, ubicado en La Isleta, hacia Asturias. Este movimiento, que marca el inicio de un proceso de reubicación de migrantes, ha generado diversas reacciones tanto en el archipiélago canario como en la península. La ONG Acfi Asturias, que trabaja en colaboración con el Gobierno, ha sido la encargada de acoger a estos jóvenes, quienes ahora continuarán su ruta migratoria en otras comunidades autónomas.
El traslado de estos menores, todos ellos de origen malienses y mayores de 16 años, se ha realizado con un enfoque en la discreción y la seguridad, con el objetivo de proteger su identidad. Sin embargo, el proceso no ha estado exento de críticas. El Ayuntamiento de Gijón, que es la ciudad de destino para estos jóvenes, ha expresado su sorpresa al afirmar que no había sido informado sobre la llegada de los menores. Esta falta de comunicación ha generado preocupación sobre la capacidad de las autoridades locales para gestionar adecuadamente la acogida de estos migrantes.
Desde el Gobierno de Canarias, aunque se ha manifestado satisfacción por el inicio de los traslados, también se han planteado serias preocupaciones sobre la forma en que se están llevando a cabo. El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, ha señalado que el proceso ha estado marcado por la «improvisación y falta de concreción». En contraste, el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, ha defendido la labor del Estado, asegurando que los traslados se están realizando «con rigor, compromiso y sin improvisaciones».
### Desafíos en el Proceso de Reubicación
El traslado de estos menores es solo el primer paso en un proceso más amplio que busca dar respuesta a la situación de los 1.003 chicos y chicas solicitantes de asilo que actualmente se encuentran en Canarias. El Gobierno central se ha comprometido a crear 1.200 plazas en la península para facilitar la acogida de estos jóvenes, pero aún no se ha proporcionado información clara sobre cuándo estarán disponibles estas plazas ni en qué localidades se ubicarán.
El viceconsejero de Bienestar Social de Canarias, Francis Candil, ha expresado su preocupación por el ritmo de los traslados, sugiriendo que, si se mantiene la actual tasa de reubicación, los menores que desean continuar su ruta migratoria podrían no llegar a la península hasta enero de 2026. Esta situación plantea interrogantes sobre la capacidad del sistema de acogida en la península y la necesidad de establecer un protocolo claro para los traslados.
Las autoridades canarias han solicitado una reunión interadministrativa con el Gobierno central para discutir los avances en el cumplimiento de la orden del Tribunal Supremo, que obliga al Estado a hacerse cargo de estos menores. Sin embargo, hasta el momento, la Consejería de Bienestar Social ha indicado que no ha recibido la documentación necesaria para continuar con los desplazamientos programados para esta semana.
### La Importancia de la Coordinación Interinstitucional
La coordinación entre las diferentes administraciones es crucial para garantizar el bienestar de estos menores migrantes. La llegada de los primeros diez chicos a Asturias ha sido acompañada por personal de la entidad colaboradora en las islas, así como del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Este acompañamiento es fundamental para asegurar que los menores reciban el apoyo necesario durante su transición hacia un nuevo entorno.
A medida que se avanza en el proceso de reubicación, es esencial que se establezcan mecanismos claros de comunicación entre las comunidades autónomas y el Gobierno central. La falta de información ha sido un punto crítico en la gestión de esta crisis migratoria, y es necesario que se implementen protocolos que permitan una mejor planificación y ejecución de los traslados.
La situación de los menores migrantes en Canarias es un reflejo de los desafíos más amplios que enfrenta Europa en términos de migración y asilo. A medida que se desarrollan los acontecimientos, será fundamental seguir de cerca cómo se gestionan estos traslados y qué medidas se implementan para garantizar la seguridad y el bienestar de los jóvenes migrantes en su camino hacia una nueva vida.