En un contexto económico global marcado por la incertidumbre, las regiones del Mediterráneo en España se enfrentan a una serie de riesgos, desafíos y oportunidades. Carmen Poveda, directora de Análisis Económico de la Cámara de Comercio de Barcelona, destacó este panorama durante la presentación de la II edición del Foro Económico y Social del Mediterráneo, un evento que busca fomentar el desarrollo y la cooperación en esta área estratégica. La iniciativa, que cuenta con el respaldo de importantes empresas y diversas instituciones públicas, se llevará a cabo en Málaga los días 17 y 18 de junio.
La intervención de Poveda subrayó que las crisis pueden abrir puertas a nuevas oportunidades. En este sentido, mencionó que la política comercial de Estados Unidos, especialmente la imposición de aranceles, ha despertado a Europa, lo que podría traducirse en un aumento de inversiones industriales y tecnológicas en el continente. «Tener una economía abierta puede ser tanto una fortaleza como una debilidad, dependiendo de cómo se gestione», afirmó Poveda. Esta afirmación resalta la necesidad de una gestión estratégica que permita a las empresas españolas adaptarse a los cambios del entorno global.
La resiliencia de las empresas en el Mediterráneo es notable, ya que muchas de ellas están buscando mercados alternativos para mitigar el impacto de las crisis. Poveda también hizo hincapié en la importancia de aprovechar el crecimiento económico y demográfico de la región para mejorar la productividad. Para ello, es fundamental fomentar la dimensión empresarial y crear un entorno administrativo que favorezca la inversión productiva. Además, propuso que la investigación no se limite a los laboratorios, sino que se traduzca en aplicaciones prácticas que beneficien a la sociedad.
Transformación del Turismo y Desarrollo Sostenible
Uno de los puntos críticos abordados en el foro es la necesidad de transformar el sector turístico en el Mediterráneo. Poveda sugirió que el enfoque debe cambiar de la cantidad a la calidad, buscando un turismo que no solo genere ingresos, sino que también respete y potencie el entorno local. Este cambio es vital para asegurar un desarrollo sostenible que beneficie tanto a la economía como a la sociedad.
El evento en Málaga reunirá a líderes políticos, empresarios, investigadores y académicos, quienes debatirán sobre los desafíos que enfrentan las comunidades autónomas que comparten el litoral mediterráneo: Catalunya, Comunidad Valenciana, Baleares, Murcia y Andalucía. El objetivo es promover un desarrollo integral y sostenible en esta área, con una visión que trascienda fronteras y que busque un progreso socialmente justo.
Adaptación de las Ciudades Mediterráneas
Otro aspecto relevante que se discutirá en el foro es la adaptación de las ciudades mediterráneas a las nuevas realidades del siglo XXI. Miquel Barceló, presidente de Fractology Consulting, destacó que las condiciones urbanas actuales son muy diferentes a las del siglo pasado. Las ciudades, tal como las conocemos, no son sostenibles y requieren una transformación profunda.
Barceló enfatizó la necesidad de innovar en la gestión urbana, integrando el talento y la educación en el proceso de transformación. Para lograrlo, es esencial adoptar una visión transversal que contemple la globalización y la gestión del talento, enfocándose en crear, atraer y retener a los profesionales más capacitados. Esta integración entre el sector público y privado es crucial para desarrollar soluciones efectivas que respondan a los desafíos urbanos.
El Foro Económico y Social del Mediterráneo se presenta como una plataforma clave para abordar estos temas y fomentar un diálogo constructivo entre los diferentes actores involucrados. La colaboración entre empresas, instituciones y la sociedad civil será fundamental para impulsar un desarrollo que no solo sea económico, sino también social y ambientalmente responsable.
En resumen, el Mediterráneo tiene un potencial significativo para beneficiarse de las transformaciones económicas y sociales que se están gestando en Europa. Con un enfoque estratégico y colaborativo, las regiones mediterráneas pueden no solo enfrentar los desafíos actuales, sino también aprovechar las oportunidades que se presentan en este nuevo mapa europeo.