El 18 de mayo de 2025, miles de ciudadanos se unieron en las Islas Canarias para manifestarse en favor de un nuevo modelo turístico que promueva la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente. Este evento, conocido como el 18M, se convirtió en un símbolo de la lucha de los canarios por un futuro más equilibrado y responsable en el ámbito del turismo. La manifestación atrajo a personas de diversas edades y orígenes, quienes se agruparon en diferentes puntos de las islas para expresar su descontento con el modelo turístico actual, que muchos consideran obsoleto y perjudicial para el entorno natural y social de la región.
La convocatoria fue organizada por una serie de colectivos ecologistas, asociaciones de vecinos y grupos de jóvenes que han estado trabajando en la promoción de un turismo más sostenible. Los organizadores argumentan que el turismo masivo ha llevado a la degradación de los recursos naturales, el aumento del costo de vida y la pérdida de la identidad cultural canaria. Durante la manifestación, se escucharon consignas que exigían un cambio en las políticas turísticas, así como la implementación de medidas que prioricen la conservación del medio ambiente y el bienestar de la comunidad local.
La jornada comenzó con una serie de discursos de líderes comunitarios y activistas que compartieron sus visiones sobre cómo debería ser el futuro del turismo en las islas. Se enfatizó la necesidad de diversificar la economía canaria, promoviendo alternativas al turismo tradicional, como el ecoturismo, el turismo cultural y el turismo de aventura. Los manifestantes también pidieron una mayor inversión en infraestructuras sostenibles y en la educación ambiental, para que tanto residentes como visitantes puedan disfrutar de la belleza natural de las islas sin comprometer su integridad.
La manifestación no estuvo exenta de incidentes. En un hecho aislado, un intento de robo a un taxista en el Aeropuerto de Gran Canaria resultó en un tiroteo que desató el pánico entre los presentes. La rápida intervención de la policía logró controlar la situación, pero el incidente generó preocupación entre los manifestantes y los turistas que se encontraban en el aeropuerto en ese momento. A pesar de este suceso, la mayoría de los asistentes continuaron con la marcha, mostrando su determinación por hacer oír su voz.
La movilización del 18M es un reflejo de un cambio de mentalidad en la sociedad canaria. Cada vez más personas están tomando conciencia de la importancia de cuidar su entorno y de buscar un equilibrio entre el desarrollo económico y la preservación de los recursos naturales. Este movimiento ha ganado fuerza en los últimos años, impulsado por la creciente preocupación por el cambio climático y la necesidad de adoptar prácticas más sostenibles en todos los aspectos de la vida.
La respuesta del gobierno regional ha sido mixta. Algunos funcionarios han expresado su apoyo a la causa, reconociendo la necesidad de un cambio en el modelo turístico, mientras que otros han defendido el turismo masivo como una fuente vital de ingresos para la economía canaria. Este debate ha generado tensiones entre diferentes sectores de la sociedad, y la manifestación del 18M ha puesto de manifiesto la urgencia de encontrar un consenso que permita avanzar hacia un modelo turístico más responsable.
A medida que la manifestación avanzaba, los participantes se unieron en un ambiente de camaradería y solidaridad. Muchos llevaban pancartas con mensajes que abogaban por un turismo que respete la cultura y el medio ambiente de las islas. La diversidad de los asistentes, que incluía tanto a jóvenes como a adultos mayores, reflejó la importancia del tema para toda la comunidad canaria.
El 18M también sirvió como plataforma para que los jóvenes expresaran sus inquietudes sobre el futuro de las Islas Canarias. Muchos de ellos se sienten frustrados por la falta de oportunidades laborales y el impacto negativo que el turismo masivo ha tenido en sus vidas. La manifestación se convirtió en un espacio para que estas voces fueran escuchadas, y se hizo evidente que la juventud está dispuesta a luchar por un futuro más sostenible y justo.
La jornada culminó con un llamado a la acción, instando a los asistentes a seguir involucrándose en la lucha por un nuevo modelo turístico. Los organizadores anunciaron que continuarán trabajando en la promoción de iniciativas que fomenten la sostenibilidad y el respeto por el entorno, y que se llevarán a cabo más eventos en el futuro para mantener viva la llama de este movimiento.
El 18M no solo fue una manifestación, sino un hito en la historia reciente de Canarias, marcando el inicio de un cambio en la forma en que se percibe y se practica el turismo en las islas. La comunidad canaria ha demostrado que está dispuesta a luchar por su futuro, y que el camino hacia un turismo más sostenible y responsable es posible si se trabaja en conjunto.