La jornada 10 de LaLiga se convirtió en un punto de inflexión para la UD Las Palmas, que logró una victoria emocionante en Mestalla ante el Valencia CF. Este partido marcó el debut de Diego Martínez como nuevo entrenador del equipo amarillo, quien asumió el cargo tras la destitución de Luis Carrión debido a una racha de resultados negativos. La victoria por 2-3 no solo fue un alivio para la afición canaria, sino que también reavivó las esperanzas del equipo en su lucha por evitar el descenso.
### Un Debut Soñado para Diego Martínez
El ambiente en Mestalla estaba cargado de tensión y expectativas. La UD Las Palmas llegaba a este encuentro con una sequía de 254 días sin conocer la victoria, un dato que pesaba sobre los jugadores y la afición. Sin embargo, el nuevo técnico, Diego Martínez, logró motivar a sus jugadores para que dieran lo mejor de sí en un partido que prometía ser complicado. Desde el inicio, Las Palmas mostró una actitud ofensiva, buscando romper la mala racha que los había mantenido en la parte baja de la tabla.
El primer gol llegó a través de Álex Muñoz, quien abrió el marcador y desató la euforia entre los seguidores amarillos. A pesar de que el Valencia logró igualar el marcador, la UD no se rindió. Alberto Moleiro, uno de los jóvenes talentos del equipo, anotó el segundo gol, seguido por Fabio Silva, quien selló la victoria con un tercer tanto. Este resultado no solo significó tres puntos vitales, sino que también fue un claro mensaje de que la UD Las Palmas estaba dispuesta a luchar por su lugar en la Primera División.
### La Racha Positiva y la Lucha por la Permanencia
Con esta victoria, Las Palmas acumuló seis puntos de los últimos nueve posibles en LaLiga, lo que les ha permitido salir momentáneamente de la zona de descenso. La mejora en el rendimiento del equipo es evidente, y la afición comienza a soñar con una posible salvación. Sin embargo, la lucha por la permanencia es feroz, y cada partido cuenta. En este sentido, el próximo encuentro contra el Valencia CF será crucial para mantener la inercia positiva.
El equipo canario no solo debe concentrarse en sus propios resultados, sino que también estará atento a lo que suceda con el Deportivo Alavés, que se encuentra justo por encima de ellos en la tabla. La situación es tensa, ya que cualquier tropiezo del Alavés, combinado con una victoria de Las Palmas, podría significar un respiro en la lucha por evitar el descenso. La jornada se presenta como decisiva, y el Estadio de Gran Canaria se espera lleno para apoyar a su equipo en este crucial enfrentamiento.
El presidente del club, Miguel Ángel Ramírez, ha enfatizado la importancia de que los jugadores sientan el apoyo de la afición. Para ello, se ha organizado un recorrido en guagua por las calles de Las Palmas, donde los aficionados podrán animar a los jugadores antes del partido. Esta iniciativa busca que los nuevos integrantes del equipo comprendan la pasión y el fervor que genera el fútbol en la isla, algo que puede ser determinante en momentos de presión.
La UD Las Palmas ha demostrado que, a pesar de las adversidades, puede levantarse y competir al más alto nivel. La victoria en Mestalla no solo fue un triunfo en el campo, sino también un símbolo de la resiliencia del club y su afición. Con un calendario que se presenta complicado, cada partido será una batalla en la que el equipo deberá dar lo mejor de sí para asegurar su permanencia en la máxima categoría del fútbol español.
La afición canaria, conocida por su lealtad y pasión, espera que este sea el inicio de una racha positiva que les permita escalar posiciones en la tabla. La UD Las Palmas tiene por delante un «playoff de cinco partidos» que definirá su futuro en la Primera División. El próximo encuentro será una prueba de fuego, y todos los ojos estarán puestos en el Estadio de Gran Canaria, donde la historia del club puede seguir escribiéndose con capítulos de gloria y superación.