La falta de respuesta a las solicitudes de información en el ámbito público canario ha generado un creciente descontento entre los ciudadanos. En 2025, el Servicio Canario de Salud se ha convertido en uno de los principales actores en este escenario, dejando muchas solicitudes sin respuesta. Esta situación ha llevado a un aumento significativo en las reclamaciones presentadas ante el Comisionado de Transparencia del Gobierno de Canarias, lo que pone de manifiesto la necesidad urgente de mejorar la comunicación y la transparencia en las instituciones públicas.
**El Silencio Administrativo y sus Consecuencias**
El fenómeno del silencio administrativo se ha convertido en un tema recurrente en las quejas de los ciudadanos canarios. Según datos recientes, el 80% de las reclamaciones que llegan al Comisionado de Transparencia se deben a la falta de respuesta de las administraciones públicas dentro del plazo legal de tres meses. Este silencio no solo genera frustración entre los ciudadanos, sino que también refleja una ineficiencia en la gestión pública. La responsable del Comisionado, Noelia García, ha señalado que la falta de personal y el exceso de trabajo son las principales causas de esta situación.
En comparación con otras comunidades autónomas, Canarias presenta un ratio de reclamaciones por habitante del 29%, el más alto de España. Este dato es alarmante, especialmente si se considera que en la Comunidad de Madrid, el ratio es de apenas el 6%. Esta disparidad sugiere que los ciudadanos canarios están más dispuestos a hacer valer su derecho a la información, pero también indica que las administraciones no están cumpliendo adecuadamente con sus obligaciones.
La falta de respuesta a las solicitudes de información no solo afecta la percepción de la administración pública, sino que también puede tener consecuencias legales. Las resoluciones del Comisionado de Transparencia son de obligado cumplimiento, lo que significa que las entidades que no respondan adecuadamente pueden enfrentarse a juicios contenciosos. Esto resalta la importancia de que las administraciones no solo cumplan con la ley, sino que también adopten una cultura de transparencia que beneficie a todos.
**La Cultura de la Transparencia: Un Imperativo Necesario**
La Ley de Transparencia en Canarias ha sido un paso importante hacia la mejora de la comunicación entre las administraciones y los ciudadanos. Sin embargo, su efectividad depende de la voluntad de las entidades públicas para implementarla de manera efectiva. La comisionada García ha enfatizado que ser transparente no debe ser visto como una carga, sino como una oportunidad para mejorar la imagen de las instituciones y generar confianza entre los ciudadanos.
Los ciudadanos canarios están cada vez más interesados en conocer el estado de los procedimientos administrativos, desde la gestión de obras en la vía pública hasta la recolección de residuos. Este interés creciente es un indicativo de que la población está tomando conciencia de sus derechos y está dispuesta a exigir respuestas. La Ley de Transparencia, aunque aún en proceso de consolidación, ha comenzado a ser más conocida entre la ciudadanía, lo que ha llevado a un aumento en las solicitudes de información.
Sin embargo, la falta de personal en las administraciones públicas sigue siendo un obstáculo significativo. La presión sobre los trabajadores públicos, combinada con la creciente demanda de información, ha creado un ambiente donde el silencio administrativo se convierte en la norma. Para abordar este problema, es crucial que las administraciones reconozcan la importancia de invertir en recursos humanos y en la capacitación del personal. Esto no solo mejorará la eficiencia, sino que también contribuirá a una mayor satisfacción ciudadana.
La transparencia en la gestión pública es fundamental para el fortalecimiento de la democracia. Los ciudadanos tienen el derecho de saber cómo se gestionan sus recursos y cómo se toman las decisiones que les afectan. La implementación efectiva de la Ley de Transparencia puede ser un paso decisivo hacia una administración pública más abierta y responsable. Sin embargo, esto requiere un compromiso real por parte de las instituciones para priorizar la comunicación y la atención a las solicitudes de información.
En resumen, la situación actual del Servicio Canario de Salud y de los ayuntamientos en relación con la transparencia y la gestión de reclamaciones es un reflejo de un problema más amplio en la administración pública. La falta de respuesta a las solicitudes de información no solo afecta la confianza de los ciudadanos, sino que también pone en riesgo el cumplimiento de la ley. Es imperativo que las administraciones tomen medidas para mejorar su funcionamiento y garantizar que la transparencia sea una realidad, no solo un objetivo.