Benjamín Netanyahu, líder del partido Likud y primer ministro de Israel, se encuentra en una encrucijada política mientras enfrenta una creciente presión tanto en el ámbito interno como en el internacional. A medida que la situación en la Franja de Gaza se intensifica, Netanyahu se ve obligado a equilibrar su estrategia militar con la inestabilidad de su coalición de gobierno, que ha comenzado a mostrar signos de fractura.
La reciente escalada de violencia en Gaza ha dejado un saldo devastador, con miles de muertos y heridos, lo que ha generado un clima de descontento entre la población israelí. En este contexto, Netanyahu ha tenido que lidiar con las críticas por su gestión de la crisis, especialmente tras el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, que fue considerado uno de los más mortales en la historia reciente de Israel. Este ataque no solo ha puesto a prueba la capacidad de respuesta del ejército israelí, sino que también ha desatado una serie de cuestionamientos sobre la eficacia de la política de seguridad del gobierno.
### La Coalición en Peligro
La coalición que sostiene a Netanyahu en el poder está compuesta por una mezcla de partidos ultranacionalistas y ultraortodoxos, cuya alianza ha sido tensa desde el principio. Recientemente, el Knesset, el parlamento israelí, rechazó una moción para disolverse, lo que permitió a Netanyahu mantener su puesto, aunque de manera precaria. Sin embargo, las encuestas sugieren que si se convocaran elecciones anticipadas, el Likud podría enfrentar una derrota significativa.
Uno de los puntos más controvertidos que ha generado descontento entre sus socios de coalición es la reforma del poder judicial, que otorga a los políticos un mayor control sobre la selección de jueces. Esta medida ha sido criticada por socavar la independencia judicial y ha alimentado las tensiones dentro del gobierno. Además, la reciente ley de exención del servicio militar, que obliga a los jóvenes ultraortodoxos a servir en el ejército, ha sido un tema candente. Esta ley, que se implementó tras la expiración de una norma provisional, ha llevado a miles de estudiantes de yeshivá a declararse evasores del servicio militar, lo que ha generado un clima de tensión y protestas entre la comunidad ultraortodoxa.
### Consecuencias del Conflicto
La prolongada guerra en Gaza ha dejado a las fuerzas armadas israelíes exhaustas, con un número alarmante de bajas y un aumento en las tasas de suicidio entre los soldados. Según informes, cerca de 10,000 soldados han sido heridos, y más de 861 han perdido la vida en el conflicto. Esta situación ha llevado a un sentimiento de desamparo entre la población israelí no ultraortodoxa, que siente que está soportando el peso de la guerra sin el apoyo de sus compatriotas ultraortodoxos.
Los líderes religiosos de la comunidad ultraortodoxa argumentan que el servicio militar es incompatible con su estilo de vida y que la dedicación a los estudios religiosos es sagrada. Sin embargo, el Tribunal Supremo ha comenzado a presionar para que se implementen sanciones económicas a las comunidades que no cumplan con las obligaciones de reclutamiento, lo que podría intensificar aún más las tensiones.
En medio de esta crisis, Netanyahu ha intentado proyectar una imagen de fortaleza en el exterior, desafiando a Irán y mostrando una postura firme en la defensa de Israel. Sin embargo, esta estrategia podría no ser suficiente para mantener la cohesión de su gobierno, que se tambalea ante la presión interna y las críticas externas. La situación en Gaza y la respuesta del gobierno israelí continúan siendo temas de debate y controversia, y el futuro político de Netanyahu pende de un hilo mientras navega por estas aguas turbulentas.