Durante años, la frase de Albert Einstein, «Dios no juega a los dados con el universo», ha simbolizado la resistencia a aceptar que el azar puede tener un papel fundamental en el funcionamiento del cosmos, especialmente en el ámbito subatómico. Sin embargo, los avances recientes en física cuántica y criptografía han demostrado que el universo sí lanza dados, y lo hace de una manera que es completamente rastreable y auditada. Un equipo de investigadores del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) y la Universidad de Colorado en Boulder (CU) ha desarrollado un generador de números aleatorios que se basa en principios cuánticos, ofreciendo resultados que son completamente auditables y certificables.
### La Importancia de la Aleatoriedad en la Seguridad Digital
La generación de números aleatorios es esencial para diversas aplicaciones en el mundo digital, incluyendo la criptografía, la seguridad de datos y la distribución justa de recursos. Por ejemplo, en el ámbito de la criptografía, los números aleatorios son fundamentales para crear claves seguras que protegen la información sensible. Sin embargo, los métodos tradicionales de generación de números aleatorios presentan serias limitaciones. Los generadores de números pseudoaleatorios, que dependen de algoritmos informáticos, son auditables, pero sus resultados son predecibles si se conoce la semilla inicial. Esto significa que un atacante que conozca la semilla puede anticipar todos los números que se generarán, comprometiendo así la seguridad del sistema.
Por otro lado, los generadores que utilizan fenómenos físicos clásicos para producir aleatoriedad no pueden ser certificados como verdaderamente impredecibles sin confiar ciegamente en los modelos de sus componentes. Esto abre la puerta a manipulaciones y fallos no detectados. Aunque existen generadores cuánticos que aseguran que la fuente de aleatoriedad es desconocida, estos también son vulnerables a manipulaciones en las etapas de extracción de números. El nuevo sistema desarrollado por el equipo de NIST y CU Boulder, conocido como Colorado University Randomness Beacon (CURBy), aborda estas limitaciones al combinar la imprevisibilidad inherente de la física cuántica con un sistema criptográfico que garantiza la integridad de todo el proceso.
### CURBy: Un Faro de Aleatoriedad Cuántica
El sistema CURBy se basa en un experimento de física cuántica conocido como el Test de Bell, que explora el fenómeno del entrelazamiento cuántico. Este fenómeno, que Einstein describió como «acción fantasmal a distancia», permite que dos partículas, como fotones, estén intrínsecamente conectadas, independientemente de la distancia que las separe. En el proceso, se generan pares de fotones entrelazados en un cristal especial. Estos fotones son enviados a dos laboratorios separados, donde se mide una propiedad como su polarización. Debido a las leyes de la mecánica cuántica, los resultados de estas mediciones son genuinamente aleatorios e impredecibles.
El sistema CURBy realiza este proceso 250,000 veces por segundo, generando un flujo masivo de datos que se convierten en una cadena de 512 bits aleatorios y uniformes. Durante sus primeros 40 días de operación, el sistema ha demostrado una tasa de éxito del 99.7%, lo que resalta su fiabilidad. Para asegurar que el proceso no solo sea aleatorio en su origen, sino también incorruptible en su ejecución, los investigadores han desarrollado un protocolo llamado «Twine». Este protocolo, inspirado en la tecnología blockchain, crea un registro público, inmutable y verificable de cada paso del proceso.
El protocolo Twine entrelaza cadenas de hashes de múltiples entidades independientes que participan en el proceso, como NIST y CU Boulder. Cada participante registra sus acciones en su propia cadena, incluyendo los hashes de las cadenas de los demás. Esto crea una estructura de datos entrelazada donde cualquier intento de manipulación sería inmediatamente detectado por los otros participantes. Jasper Palfree, uno de los investigadores del proyecto, describe este sistema como una forma de «tejer todos estos faros de aleatoriedad en un tapiz de confianza». Esta estructura distribuida garantiza la trazabilidad, el orden cronológico y la integridad de los datos, eliminando la necesidad de confiar en una única autoridad central, una característica clave de los sistemas basados en blockchain.
El resultado de esta investigación es CURBy, el primer faro de aleatoriedad cuántica de acceso público que cuenta con una ventaja cuántica demostrable. Todo el proceso es de código abierto, lo que permite a cualquier persona verificar los resultados y construir sobre esta base para desarrollar sus propias aplicaciones. Las aplicaciones potenciales son vastas, desde la selección imparcial de jurados y la realización de auditorías aleatorias, hasta la asignación de recursos en loterías públicas y usos avanzados en criptografía. Este avance representa un paso significativo para llevar un experimento de física fundamental fuera del laboratorio y convertirlo en un servicio público útil y fiable, destacando la importancia de la aleatoriedad en un mundo cada vez más digitalizado.