En un movimiento sorprendente, el gobierno chino ha declarado un estado de felicidad y ha lanzado una campaña para censurar el pesimismo en las redes sociales. Esta iniciativa, impulsada por la Administración del Ciberespacio de China, busca erradicar los contenidos que, según las autoridades, malinterpretan la realidad social y promueven sentimientos negativos. La campaña, que durará dos meses, se centra en la vigilancia de plataformas de videos cortos y transmisiones en vivo, donde se han detectado un aumento de mensajes que fomentan el nihilismo y la desesperanza entre los jóvenes.
La situación económica en China ha generado un ambiente de incertidumbre, especialmente entre la juventud. Con un desempleo que ha alcanzado el 18,9% en la franja de edad de 16 a 24 años, muchos jóvenes sienten que las oportunidades que disfrutaron sus padres ya no están disponibles. Este desánimo ha llevado a la aparición de movimientos como el ‘tang ping’, que promueve una vida más relajada y centrada en el bienestar personal, en contraposición a la cultura del trabajo extremo que ha caracterizado a la sociedad china durante décadas.
### La Censura como Respuesta a la Desesperanza
El gobierno chino ha justificado su campaña de censura argumentando que el contenido pesimista puede generar pánico social y desconfianza en la comunidad. Las autoridades han instado a los ciudadanos a denunciar a aquellos que propagan mensajes negativos, lo que ha generado un ambiente de vigilancia y autocensura en las redes sociales. Esta estrategia busca crear un entorno más civilizado y racional en internet, pero también plantea preguntas sobre la libertad de expresión y el derecho a la crítica en un país donde el control de la información es una constante.
La campaña se produce en un contexto donde la economía china, que había experimentado un crecimiento sostenido durante décadas, ha comenzado a mostrar signos de desaceleración. A pesar de que el crecimiento del PIB fue del 5% el año pasado, la percepción de crisis es palpable entre los jóvenes, quienes se enfrentan a un mercado laboral cada vez más competitivo y a la incertidumbre sobre su futuro. En este sentido, el gobierno busca contrarrestar el fatalismo que se ha apoderado de una parte de la población, especialmente en un momento en que la confianza en el progreso económico se ve amenazada.
### El Fenómeno ‘Tang Ping’ y sus Implicaciones
El ‘tang ping’, que se traduce como «mantenerse tumbado», ha surgido como una respuesta a la presión social y laboral que enfrentan los jóvenes en China. Este movimiento promueve un estilo de vida más relajado, donde el bienestar personal y la búsqueda de la felicidad son prioritarios sobre el éxito profesional y la acumulación de riqueza. Sin embargo, este fenómeno ha sido mal visto por las generaciones mayores, que ven en él una falta de ambición y compromiso con el trabajo.
En las últimas semanas, las autoridades han comenzado a eliminar contenido de blogueros que documentan sus vidas relajadas, lo que ha llevado a la aparición de nuevos grupos como los ‘laoshu ren’, o «personas-rata», que se caracterizan por llevar una vida de ocio extremo, socializando únicamente a través de internet y evitando el trabajo tradicional. Este comportamiento ha sido interpretado como una amenaza al espíritu de trabajo que ha definido a la sociedad china durante generaciones.
A pesar de que el gobierno intenta controlar el discurso público y fomentar una visión optimista de la realidad, muchos jóvenes continúan sintiendo que las oportunidades laborales son escasas y que el futuro es incierto. La presión social para tener éxito y cumplir con las expectativas familiares se ha vuelto abrumadora, lo que ha llevado a un aumento en la ansiedad y el estrés entre la juventud.
La estrategia del gobierno de censurar el pesimismo podría tener efectos contraproducentes, ya que podría intensificar la frustración y el descontento entre aquellos que se sienten marginados por la narrativa oficial. En un país donde la censura y el control de la información son comunes, la lucha por la libertad de expresión y el derecho a expresar sentimientos de desánimo se vuelve cada vez más relevante.
La situación en China refleja un fenómeno global, donde los jóvenes de diversas partes del mundo enfrentan desafíos similares en un entorno económico incierto. La búsqueda de un equilibrio entre el trabajo y la vida personal, así como la necesidad de expresar emociones auténticas, son temas que resuenan en muchas sociedades contemporáneas. A medida que el gobierno chino continúa su campaña de censura, el futuro de la juventud en el país dependerá de su capacidad para adaptarse a un mundo en constante cambio y encontrar formas de expresar sus preocupaciones sin temor a represalias.