En un reciente fallo judicial en Asturias, la Audiencia Provincial ha decidido devolver a su madre a una niña de tres años que nació con síndrome de abstinencia por cocaína. Este caso ha generado un gran interés y debate en la sociedad, ya que pone de manifiesto las complejidades que rodean la adopción y la custodia de menores en situaciones de vulnerabilidad. La decisión de la Audiencia anula la adopción que había sido tramitada por los servicios sociales del Principado, lo que ha llevado a una serie de reflexiones sobre el papel de las instituciones y el bienestar infantil.
La historia comienza con el nacimiento de la niña en Avilés a principios de 2022. Desde el inicio, su madre se vio envuelta en un contexto complicado, ya que había sido objeto de atención por parte de los servicios sociales debido a su situación económica y a las agresiones sufridas por sus parejas. En el momento del parto, tanto la madre como la niña dieron positivo en controles de drogas, lo que llevó a que la menor fuera declarada en desamparo una semana después de su nacimiento. Los servicios sociales argumentaron que la madre carecía de la capacidad necesaria para cuidar de su hija, señalando que no sabía realizar tareas básicas como cambiar un pañal.
Sin embargo, la madre no se rindió. A partir de un mes después del nacimiento, comenzó a asistir a la Asociación Amigos contra la Droga, donde se le indicó que no presentaba un trastorno por consumo. Durante este tiempo, mantuvo un contacto regular con su hija, incluso pernoctando con ella en varias ocasiones. A pesar de sus esfuerzos, en febrero de 2023, un incidente de agresión física y consumo de drogas en el que se vio implicada la madre llevó a los servicios sociales a iniciar el proceso de adopción de la menor. La madre, por su parte, continuó negando cualquier relación con las drogas y presentó análisis negativos que respaldaban su versión.
El proceso de adopción avanzó, y en noviembre de 2023 se llevó a cabo la llamada «visita de despedida». Sin embargo, la madre no se dio por vencida y recurrió las resoluciones de los servicios sociales. En octubre de 2024, el Juzgado de Primera Instancia número 9 de Oviedo confirmó las decisiones de los servicios sociales, lo que llevó a la madre a apelar ante la Audiencia Provincial. En un fallo dictado el 27 de mayo de 2025, la Audiencia consideró que el informe de la Policía Local de Avilés, que había desencadenado el proceso preadoptivo, era «exiguo e impreciso» y que había influido negativamente en la intervención de los servicios sociales.
La Audiencia subrayó que la madre había mantenido un contacto constante con su hija y que había demostrado una vinculación afectiva significativa. En este sentido, el tribunal dictó que era en el mejor interés de la menor restaurar la relación con su madre, quien había estado trabajando para superar sus problemas. La decisión establece un plazo de dos meses para que la niña sea reintegrada con su madre, permitiendo que ambas retomen el contacto y trabajen hacia una convivencia plena, bajo la supervisión de los servicios sociales para asegurar que se mantengan los avances positivos.
Este caso resalta la importancia de la intervención social y el papel que juegan las instituciones en la vida de los menores en situaciones de riesgo. La decisión de la Audiencia Provincial no solo se basa en la situación actual de la madre, sino también en el vínculo emocional que existe entre ella y su hija. La restauración de este vínculo es vista como un paso crucial para el bienestar de la menor, quien ha estado en un entorno de incertidumbre desde su nacimiento.
Además, el caso plantea preguntas sobre cómo se manejan las situaciones de riesgo en la infancia y el equilibrio que deben mantener los servicios sociales entre la protección de los menores y el derecho de los padres a recuperar la custodia de sus hijos. La historia de esta madre y su hija es un recordatorio de que, a pesar de las dificultades, la lucha por la reunificación familiar puede ser un camino viable y positivo, siempre que se garantice el bienestar del menor en el proceso.
La decisión de la Audiencia Provincial ha sido recibida con opiniones divididas. Algunos celebran la restauración de la relación madre-hija como un triunfo de la justicia y la empatía, mientras que otros expresan su preocupación por la seguridad y el bienestar de la menor en el futuro. Este caso, sin duda, seguirá siendo objeto de análisis y discusión en la sociedad, ya que refleja las complejidades de la adopción y la custodia en situaciones de vulnerabilidad y riesgo social.