El pasado 6 de septiembre, cientos de peregrinos se dirigían a Teror, Gran Canaria, para celebrar el Día del Pino. Sin embargo, lo que llamó la atención de muchos fue la presencia de dos jinetes que montaban a caballo en la carretera GC-21, en sentido contrario al flujo de caminantes. Esta imagen inusual generó un debate sobre la legalidad de montar a caballo en vías públicas, un tema que, aunque regulado, no es ampliamente conocido por la población.
La situación fue analizada por el periodista y divulgador de seguridad vial Bernardo Hernández, quien destacó que, aunque montar a caballo en carretera es legal, existen condiciones específicas que deben cumplirse. Según la normativa vigente, los jinetes pueden circular por vías convencionales, pero no por autopistas o autovías. Además, si hay una vía pecuaria alternativa, esta debe ser utilizada en lugar de la calzada. Hernández también subrayó que el jinete debe ser mayor de 18 años y tener el control del animal en todo momento.
### Normativas y Reglas para Jinetes en Carreteras
El reglamento de circulación establece que los caballos deben transitar por el arcén derecho de la vía. En caso de que sea necesario utilizar la calzada, debe hacerse pegado a la derecha. Aunque es posible que dos jinetes circulen en paralelo, esto solo se permite en tramos rectos; en curvas, deben ir en fila. Este aspecto es crucial para entender la controversia que surgió a raíz de la imagen de los jinetes en la carretera.
La legalidad de la acción de los jinetes en Teror ha sido objeto de discusión. Según Hernández, la valoración de si hubo infracción depende de varios factores, como la visibilidad y el momento del día. La ley exige que, en condiciones de baja visibilidad o durante la noche, los caballos deben llevar luces: blancas o amarillas en la parte delantera y rojas en la trasera. Aunque la imagen fue capturada al atardecer, podría considerarse que la visibilidad era insuficiente, lo que podría haber llevado a una infracción.
Además, se recomienda el uso de material reflectante, aunque no es obligatorio. Las decisiones sobre posibles infracciones quedan a criterio de los agentes de Tráfico, quienes tienen la autoridad para determinar si se ha cumplido con la normativa.
### Aspectos Poco Conocidos de la Regulación
Más allá del debate sobre la imagen de los jinetes, es importante mencionar otras disposiciones que a menudo pasan desapercibidas. Por ejemplo, los animales no pueden cruzar cualquier punto de la vía, sino que deben hacerlo en pasos autorizados o en lugares que cumplan con las condiciones mínimas de seguridad. También está prohibido el uso de señales que indiquen la entrada de animales de montura o que obliguen a los jinetes a circular por determinadas rutas, y estas deben ser respetadas como cualquier otra señal de tráfico.
La ley también contempla sanciones para los jinetes que conduzcan bajo los efectos del alcohol o drogas, aunque el baremo de penalización no es el mismo que para los conductores de vehículos a motor. Además, está prohibido dejar animales sin custodia cerca de las vías si existe el riesgo de que puedan invadirlas.
La aparición de caballos en la carretera ha reavivado el debate sobre el uso compartido de las vías, especialmente en fechas señaladas como la romería hacia Teror. Aunque la ley permite esta práctica, es fundamental que todos los usuarios de la vía, ya sean caminantes, jinetes o conductores, actúen con responsabilidad y sentido común para garantizar la seguridad de todos.
La situación en Teror ha puesto de manifiesto la necesidad de una mayor educación y concienciación sobre las normativas que rigen el tránsito de animales en las carreteras. La falta de conocimiento sobre estas regulaciones puede generar inquietud entre los conductores y peregrinos, quienes pueden no estar al tanto de que la presencia de jinetes en la carretera es legal, siempre que se cumplan las condiciones establecidas.
La responsabilidad de proteger la vida en las vías es compartida entre todos los usuarios. Es esencial que se fomente un ambiente de respeto y cuidado en las carreteras, donde cada uno pueda transitar de manera segura, ya sea a pie, a caballo o en vehículo. La educación vial y la difusión de información sobre las normativas son pasos cruciales para lograr una convivencia armoniosa en las vías públicas.