La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha puesto de manifiesto la importancia de la inmigración en el crecimiento económico de España y la eurozona. Durante su intervención en el simposio de Jackson Hole, Lagarde destacó que la buena marcha de la economía española se debe en gran medida a la contribución de la mano de obra extranjera. Esta afirmación subraya un aspecto crucial del mercado laboral actual, donde la inmigración no solo ha sido un factor de crecimiento, sino también un elemento estabilizador en tiempos de incertidumbre económica.
### La Contribución de la Mano de Obra Extranjera
Lagarde explicó que el sólido desempeño del Producto Interno Bruto (PIB) de España tras la pandemia ha sido, en parte, gracias a la mano de obra extranjera. En su análisis, mencionó que el PIB alemán podría haber sido un 6% menor desde 2019 sin la contribución de los trabajadores extranjeros. Este dato resalta la relevancia de la inmigración en el contexto europeo, donde la movilidad laboral ha permitido a las economías adaptarse y crecer a pesar de los desafíos globales.
La presidenta del BCE también indicó que los trabajadores extranjeros han sido responsables de casi la mitad del crecimiento del empleo en los últimos tres años. A pesar de la incertidumbre económica y de las políticas de aumento de tipos de interés implementadas por los bancos centrales para controlar la inflación, el empleo ha mostrado una resistencia notable. Lagarde afirmó que el crecimiento del empleo en la eurozona ha superado las expectativas históricas, lo que sugiere una flexibilidad laboral creciente en la región.
Este fenómeno no solo se limita a España; también se observa en otros países de la eurozona y en Estados Unidos. Lagarde destacó que, a pesar de las subidas de tipos, el desempleo no ha aumentado de manera significativa, lo que indica que el mercado laboral se ha adaptado mejor de lo esperado a las condiciones económicas cambiantes. Esto plantea un escenario donde la inmigración se convierte en un motor de crecimiento y estabilidad, contribuyendo a la creación de empleo y al fortalecimiento de la economía.
### La Independencia de los Bancos Centrales y el Cambio Climático
Además de abordar el impacto de la inmigración en la economía, Lagarde también hizo hincapié en la importancia de la independencia de los bancos centrales. En una entrevista con una cadena estadounidense, subrayó que la autonomía de estas instituciones es crucial para mantener la estabilidad económica. Aunque no se refirió directamente a las tensiones entre el presidente de EE. UU. y la Reserva Federal, su mensaje fue claro: la independencia es fundamental para la eficacia de la política monetaria.
En este contexto, Lagarde también abordó el tema del cambio climático, un aspecto que ha cobrado relevancia en la agenda de los bancos centrales. La presidenta del BCE ha insistido en que el riesgo asociado al cambio climático debe ser considerado por las instituciones financieras en su papel de supervisores. Este enfoque proactivo es esencial para garantizar que los bancos centrales puedan gestionar adecuadamente los riesgos que plantea el cambio climático para la estabilidad financiera.
Por otro lado, Lagarde se refirió a la situación de los fondos rusos congelados debido a la guerra en Ucrania. Aclaró que no es su responsabilidad ordenar la ejecución de estos activos, pero enfatizó que Europa prioriza mantenerlos paralizados y utilizar los intereses generados para apoyar a las autoridades ucranianas en este momento crítico. Esta postura refleja un compromiso con la estabilidad y la justicia en el contexto de la crisis en Ucrania, así como una estrategia para abordar los desafíos económicos que surgen de conflictos internacionales.
La combinación de estos factores —la inmigración como motor de crecimiento, la independencia de los bancos centrales y la atención al cambio climático— configura un panorama complejo pero esperanzador para la economía europea. La capacidad de adaptación y la resiliencia del mercado laboral, junto con políticas monetarias efectivas, son elementos clave para enfrentar los retos del futuro. En este sentido, la inmigración no solo es un tema de política social, sino que se ha convertido en un pilar fundamental para el desarrollo económico sostenible en la eurozona.