En un esfuerzo por fomentar la seguridad y la responsabilidad entre los jóvenes deportistas, el Club Voleibol San Roque ha llevado a cabo una significativa actividad de formación en reanimación cardiopulmonar (RCP) en el Polideportivo de El Batán, en Las Palmas de Gran Canaria. Esta iniciativa, que se realizó el 21 de septiembre de 2025, reunió a un centenar de jóvenes de entre 10 y 15 años, así como a sus padres, quienes se unieron a la causa de aprender a salvar vidas en situaciones de emergencia.
### La Importancia de la Formación en RCP
La actividad fue liderada por expertos en la materia, entre ellos el intensivista del Hospital de Gran Canaria Dr. Negrín, Federico Lubbe, y el director médico nacional del RCP Tour España, José Antonio Jara. Lubbe enfatizó la necesidad de formar a los jóvenes en técnicas de RCP desde una edad temprana, argumentando que «no tenemos que tener más hospitales ni más medios, sino tener socorristas que aprendan las maniobras de RCP de manera precoz». Esta afirmación resalta la importancia de la educación en primeros auxilios como una herramienta vital para la comunidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los niños mayores de 10 años reciban formación en RCP en el ámbito escolar, una práctica que aún no se ha implementado de manera efectiva en España. Durante la sesión, Lubbe explicó los cuatro pilares fundamentales de la RCP: identificar a la persona que necesita ayuda, hacer una alerta adecuada, realizar un masaje cardíaco de calidad y solicitar un desfibrilador externo automático (DESA). Estos pasos son cruciales para aumentar las posibilidades de supervivencia de una persona en parada cardiaca.
### Aprendizaje Práctico y Experiencias Personales
Los jóvenes participantes no solo recibieron teoría, sino que también tuvieron la oportunidad de practicar las maniobras de RCP. Lubbe guió a los canteranos a través de un escenario simulado donde debían evaluar a una persona desfallecida. «Lo fundamental es acercarse, garantizar que esa persona necesita ayuda, y si no responde, debemos comprobar si respira. Si no hay respiración, es hora de iniciar el masaje cardíaco», explicó. Esta práctica no solo les enseñó a reaccionar ante una emergencia, sino que también les dio confianza en su capacidad para actuar en situaciones críticas.
Esteban González, fundador del Club Voleibol San Roque, también destacó la relevancia de estas iniciativas, afirmando que «el aprendizaje que llevamos en una hora y media es más que suficiente como para perder un poco el miedo a cuando se nos ofrezca la oportunidad de ayudar a alguien». Esta formación breve pero efectiva puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte en situaciones de emergencia.
Uno de los canteranos, Otelo Hernández, de 12 años, compartió su experiencia tras participar en la actividad. «Ahora me veo capacitado. Es una acción fácil y con saber un poco dónde ponerse, la posición y todo, pues ya es más fácil», comentó. Este tipo de testimonios subraya la efectividad de la formación y el impacto positivo que puede tener en la juventud.
### Un Llamado a la Acción
La iniciativa del Club Voleibol San Roque es un ejemplo de cómo las organizaciones deportivas pueden jugar un papel crucial en la educación en salud y seguridad. La formación en RCP no solo beneficia a los deportistas, sino que también tiene un efecto multiplicador en la comunidad, ya que estos jóvenes pueden transmitir sus conocimientos a familiares y amigos.
El proyecto ‘Desafío cero muerte súbita en la escuela y el deporte’, impulsado por Cardiolatidos y RCP Tour España, busca extender la formación en RCP a más colegios y clubes deportivos. Jara, uno de los impulsores de esta iniciativa, enfatiza que «los sanitarios tenemos seis minutos para salvar una vida, y para ello es fundamental que la población aprenda las técnicas de reanimación cardiopulmonar». Este enfoque proactivo es esencial para crear una sociedad más segura y preparada para enfrentar emergencias.
La actividad en El Batán no solo fue una oportunidad para aprender, sino también un llamado a la acción para que más clubes y organizaciones se unan a esta causa. La educación en RCP debe ser una prioridad en todos los ámbitos, especialmente en aquellos que involucran a jóvenes y comunidades activas. Al final del día, cada persona capacitada en RCP es un potencial salvador de vidas, y esa es una lección que todos debemos aprender.