La reciente pérdida de Domingo Álvarez Febles, un ícono del periodismo deportivo en Canarias, ha dejado un vacío significativo en el ámbito de la comunicación en las Islas. Nacido en Santa Cruz de Tenerife en 1964, Álvarez fue un referente en la narración de eventos deportivos, especialmente en el contexto de los Juegos Olímpicos, donde tuvo la oportunidad de cubrir seis ediciones, desde Barcelona 1992 hasta Londres 2012. Su estilo distintivo, caracterizado por un tono suave y elegante, lo convirtió en una voz reconocible y respetada en el panorama mediático canario.
La trayectoria de Domingo Álvarez comenzó en Radio Juventud de Canarias, donde su pasión por el periodismo deportivo floreció. Posteriormente, dio el salto a Radio Nacional de España, donde su carrera despegó. Durante su tiempo como director de RTVE Canarias, que se extendió hasta 2022, Álvarez no solo se destacó por su labor informativa, sino también por su compromiso con la ética y la integridad en el periodismo. Sus colegas lo recuerdan por su honradez y su vocación inagotable, así como por su capacidad para narrar las hazañas deportivas de manera equilibrada y apasionada.
### Un Cronista de los Juegos Olímpicos
Domingo Álvarez tuvo la fortuna de ser testigo y narrador de algunos de los momentos más memorables en la historia del deporte olímpico. Desde la emoción de los Juegos de Barcelona hasta las hazañas de atletas canarios en competiciones internacionales, su voz se convirtió en sinónimo de la épica del deporte en las Islas. Su cobertura de los Juegos Olímpicos no solo fue un trabajo, sino una pasión que reflejaba su profundo amor por el deporte y su deseo de compartirlo con el público.
La conexión de Álvarez con los Juegos Olímpicos fue más allá de la simple narración; él entendía la importancia de estos eventos para la identidad y la cultura canaria. A través de su trabajo, logró transmitir la emoción y el orgullo que sentían los canarios al ver a sus atletas competir en el escenario mundial. Su legado perdurará en la memoria colectiva de quienes tuvieron el privilegio de escuchar sus relatos.
### Un Legado de Integridad y Pasión
A lo largo de su carrera, Domingo Álvarez se destacó no solo por su habilidad para contar historias, sino también por su firme compromiso con los principios del periodismo. Se definía a sí mismo como un «hombre tranquilo y sereno», pero también como alguien dispuesto a «sacar las garras» cuando se trataba de defender sus principios irrenunciables de libertad. Esta dualidad en su carácter lo convirtió en un periodista respetado y admirado, tanto por sus colegas como por su audiencia.
Su enfoque equilibrado y su temple pausado le permitieron abordar temas complejos con sensibilidad y profundidad. En un mundo donde la inmediatez a menudo prevalece sobre la precisión, Álvarez se mantuvo firme en su compromiso con la verdad y la integridad. Su legado es un recordatorio de la importancia de la ética en el periodismo y de cómo una voz calmada puede tener un impacto duradero en la sociedad.
La noticia de su fallecimiento a causa de un cáncer de estómago ha conmovido a muchos en Canarias y más allá. La comunidad periodística y los aficionados al deporte han expresado su tristeza y su gratitud por el legado que dejó. Domingo Álvarez no solo fue un cronista de eventos deportivos; fue un narrador de historias que unieron a la gente y celebraron la cultura canaria.
En un momento en que el periodismo enfrenta desafíos sin precedentes, la vida y obra de Domingo Álvarez sirven como un faro de esperanza y un modelo a seguir. Su dedicación al oficio y su amor por el deporte son un testimonio de lo que significa ser un verdadero periodista. Aunque ya no esté con nosotros, su voz seguirá resonando en los corazones de quienes lo escucharon narrar las hazañas de los atletas canarios, y su legado perdurará en la historia del periodismo deportivo en Canarias.