La música ha sido un pilar fundamental en la vida de las personas a lo largo de la historia, actuando como un vehículo de expresión cultural y emocional. Sin embargo, existe un fenómeno recurrente que se manifiesta en la percepción que tienen las generaciones mayores sobre la música que escuchan los jóvenes. Este artículo explora las razones detrás de esta brecha generacional y cómo influye en la apreciación de los diferentes estilos musicales.
### La Cuestión Generacional y el Ego Musical
La percepción de que los jóvenes tienen un mal gusto musical no es un fenómeno nuevo. A lo largo de las décadas, padres e hijos han chocado en sus preferencias musicales, generando un ciclo de críticas y desdén. Este conflicto se puede atribuir a lo que algunos expertos denominan «ego generacional». Según Miguel Cedrés, guitarrista de ‘Los Coquillos’, este ego se manifiesta en la creencia de que lo que a uno le gusta es siempre superior a lo que prefieren los demás. Esta idea se ha visto reflejada en diversas épocas, como en la reacción del rock frente a la música disco en los años 70 en Estados Unidos.
El líder del grupo ‘Los Canarios’, Teddy Bautista, también comparte su experiencia sobre este fenómeno. En una España marcada por el franquismo, su grupo tuvo que enfrentarse a críticas por su estilo musical. Sin embargo, al llegar a Estados Unidos, se dieron cuenta de que su música resonaba con el público, lo que les permitió triunfar. Bautista sostiene que el rechazo hacia la música nueva es algo previsible, ya que siempre ha existido una desconexión entre las generaciones debido a la rapidez de los cambios culturales.
La industria musical juega un papel crucial en esta dinámica. Con una inversión masiva en marketing y redes sociales, los géneros más populares, como el reguetón, han captado la atención de los jóvenes, lo que a su vez ha generado un desinterés por parte de las generaciones mayores. La promoción de artistas como Quevedo, que ha logrado atraer a un público diverso, es un claro ejemplo de cómo la música contemporánea se aleja de los gustos tradicionales.
### Códigos Culturales y Nostalgia
Desde una perspectiva sociológica, el sociólogo Pablo Méndez explica que la música es una parte integral del proceso de identificación generacional. Durante la adolescencia, los jóvenes tienden a definirse en oposición a sus padres, y la música se convierte en un símbolo de esta diferencia. Sin embargo, los códigos culturales que acompañan a cada generación son específicos de su tiempo y lugar, lo que significa que lo que una generación considera relevante puede no tener el mismo impacto en la siguiente.
Méndez utiliza el ejemplo del rock radical vasco de los años 70 y 80, que hoy en día no resuena con los jóvenes actuales. La nostalgia también juega un papel importante en esta brecha. Las generaciones mayores tienden a ver la música nueva como banal o vulgar, en parte porque no comparten los mismos códigos culturales. Este rechazo no es solo una crítica estética, sino que también refleja una barrera emocional y simbólica.
Además, Bautista señala que, en muchos casos, el rechazo hacia la música contemporánea proviene más de la ignorancia que de una verdadera apreciación estética. La falta de interés por explorar nuevos estilos puede llevar a una percepción errónea de que la música actual carece de calidad. Cedrés recuerda cómo su madre, al principio, no podía soportar el rock and roll que él tocaba, pero con el tiempo llegó a sentirse orgullosa de su talento.
### La Importancia de la Escucha Activa
Más que una simple disputa entre estilos musicales, este fenómeno revela cómo las personas se identifican con su tiempo y entorno. Las generaciones mayores no solo rechazan nuevos sonidos, sino también los nuevos códigos que los acompañan. Mientras que algunos ven la música contemporánea como superficial, otros encuentran en ella una fuente de identidad, emoción y comunidad.
La clave para superar esta brecha generacional podría estar en la escucha activa y la apertura hacia lo nuevo. Cedrés sugiere que, en lugar de menospreciar los estilos contemporáneos, es fundamental aprender de ellos. Canarias, por ejemplo, cuenta con una rica cantera de músicos talentosos que merecen ser escuchados y apreciados. Al final, la música es un lenguaje universal que puede unir a las generaciones si se les da la oportunidad de entenderse mutuamente.
Así, la brecha musical entre generaciones no es solo un tema de gustos, sino un reflejo de la evolución cultural y social que cada época trae consigo. La música, en su esencia, sigue siendo un medio poderoso para conectar y expresar la diversidad de experiencias humanas.