El Tribunal Supremo ha convocado nuevamente al exministro José Luis Ábalos y a su asesor Koldo García para que comparezcan como imputados en un caso que ha captado la atención pública. Las fechas fijadas para sus declaraciones son el 15 y 16 de octubre, respectivamente. Esta decisión se produce tras la presentación de un informe por parte de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que ha arrojado nuevos indicios sobre la situación patrimonial de Ábalos y su relación económica con García.
El juez Leopoldo Puente, encargado del caso, ha señalado que el informe de la UCO profundiza en los indicios de criminalidad que ya existían en el procedimiento. Según el auto del juez, tanto Ábalos como García podrían haber mantenido métodos poco transparentes en la gestión de sus patrimonios, recibiendo ingresos irregulares de diversas fuentes. Esta situación ha llevado al magistrado a considerar necesario que ambos sean interrogados nuevamente sobre estos aspectos, así como sobre otros elementos que ya están en el expediente.
### Indicios de irregularidades en la gestión patrimonial
El auto del juez revela que, según la documentación analizada, existe una intersección significativa entre los patrimonios de Ábalos y García. Se ha indicado que García ha asumido regularmente pagos que, en principio, corresponderían a Ábalos, tales como pensiones alimenticias, nóminas de empleados domésticos, regalos y otros gastos personales. Estos pagos han alcanzado cifras considerables, lo que ha despertado la sospecha de que podrían estar vinculados a actividades ilícitas.
El informe también destaca que no se han encontrado contrapartidas en las cuentas bancarias de Ábalos que justifiquen estos gastos. Esto sugiere que García podría haber realizado estos pagos en beneficio de Ábalos sin recibir nada a cambio, o que Ábalos le habría reembolsado de alguna manera no documentada. Además, se ha observado que desde 2018 hasta 2023, Ábalos no ha realizado reintegros de efectivo de sus cuentas, un comportamiento que contrasta con sus hábitos anteriores y posteriores.
El juez ha manifestado que estos indicios son preocupantes y no se alinean con las declaraciones previas de Ábalos, quien había descrito su relación con García como meramente profesional. A pesar de que García se encargaba de algunas tareas domésticas, el magistrado considera que la naturaleza de sus interacciones podría ser más compleja de lo que se había presentado inicialmente.
### Implicaciones de la investigación
La investigación no solo se centra en la relación entre Ábalos y García, sino que también se extiende a otros aspectos relacionados con el patrimonio del exministro. El juez ha indicado que hay más circunstancias que deben ser comunicadas a ambos investigados, lo que les permitirá responder a las preguntas que surjan en el proceso. Esto podría abrir la puerta a nuevas revelaciones sobre la gestión de recursos y la posible implicación de otros actores en este entramado.
La UCO ha estado trabajando en este caso desde hace tiempo, y su informe ha sido fundamental para reavivar las sospechas sobre la conducta de Ábalos y su asesor. La investigación se ha visto alimentada por la existencia de piezas separadas que abordan otros aspectos de la gestión pública, incluyendo adjudicaciones de obras que podrían haber sido realizadas de manera ilícita. Esto sugiere que el caso podría tener ramificaciones más amplias, afectando no solo a los individuos directamente implicados, sino también a la estructura del partido político al que pertenecen.
La situación ha generado un gran interés mediático y público, dado el perfil de los implicados y la gravedad de las acusaciones. La posibilidad de que un exministro se enfrente a cargos penales es un tema que resuena en la opinión pública, y muchos esperan que la justicia actúe con rigor en este caso. Las próximas declaraciones de Ábalos y García serán cruciales para determinar el rumbo de la investigación y las posibles consecuencias legales que podrían enfrentar.
A medida que se acerca la fecha de las declaraciones, la atención se centra en cómo ambos responderán a las acusaciones y qué nuevos elementos podrían surgir en el proceso. La transparencia y la rendición de cuentas son fundamentales en este tipo de casos, y la sociedad espera que se esclarezcan los hechos para que se haga justicia.