El cambio climático se ha convertido en una de las principales preocupaciones a nivel global, y España no es la excepción. Con un aumento en la frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos extremos, el riesgo de inundaciones se ha posicionado como el mayor peligro asociado a esta crisis ambiental en el país. Las comunidades autónomas de Cataluña, Galicia y el País Vasco son las más amenazadas, enfrentando no solo pérdidas humanas, sino también graves consecuencias ecológicas y económicas.
La reciente publicación del Observatorio de Sostenibilidad (OS) ha puesto de manifiesto la alarmante situación de las infraestructuras críticas en riesgo por inundaciones. Según el informe, casi 10.200 instalaciones se encuentran ubicadas en superficies inundables, lo que representa un desafío significativo para la seguridad y el bienestar de la población. De estas, un preocupante 71% se clasifica con un nivel de peligrosidad muy grave, lo que subraya la urgencia de una respuesta efectiva por parte de las autoridades.
### La Falta de Cultura de Emergencia
Uno de los aspectos más críticos que destaca el informe es la persistente falta de cultura de la emergencia en España. A pesar de la creciente amenaza de inundaciones, muchas edificaciones, incluidas viviendas y zonas industriales, continúan siendo construidas en áreas de alto riesgo. Esta situación es particularmente alarmante en el contexto de la edificación de viviendas en zonas inundables, donde la falta de regulación y planificación adecuada pone en riesgo a decenas de miles de personas.
El informe del OS también señala que la protección de las infraestructuras críticas debe ser una prioridad. Se identificaron 420 residencias de ancianos, 1.126 centros escolares y 189 campings ubicados en zonas inundables, lo que pone en riesgo a las poblaciones más vulnerables. Además, los cuerpos de seguridad del Estado, que son esenciales para la respuesta ante emergencias, también se ven comprometidos, con 51 instalaciones de bomberos y 116 cuarteles de la Guardia Civil en áreas de alto riesgo.
La necesidad de una respuesta coordinada y efectiva es evidente. Las autoridades deben actuar de manera proactiva para proteger a las comunidades más vulnerables y asegurar que las infraestructuras críticas estén preparadas para enfrentar los desafíos que plantea el cambio climático.
### Amenazas Ambientales y Colapso de Servicios Básicos
El informe del Observatorio de Sostenibilidad no solo se centra en la seguridad de las personas, sino que también aborda las amenazas ambientales que podrían derivarse de inundaciones. La posibilidad de contaminación por residuos tóxicos y peligrosos es un riesgo significativo, especialmente en instalaciones como estaciones de depuración de aguas residuales y plantas químicas. La protección de estas infraestructuras es crucial para evitar que se comprometa la calidad del agua y se produzcan desastres ambientales.
Además, el informe revela que el 38% de las infraestructuras consideradas de amenaza muy grave están relacionadas con servicios básicos e industrias esenciales. Esto incluye 415 subestaciones de energía y 282 instalaciones de abastecimiento de agua, que son vitales para el funcionamiento de la sociedad. La interrupción de estos servicios podría tener consecuencias devastadoras, especialmente en situaciones de emergencia.
El sector del transporte también se ve afectado, con 13 aeropuertos, 4 estaciones de ferrocarril y 90 estaciones de autobuses en zonas inundables. La interrupción de estos servicios no solo afecta la movilidad de las personas, sino que también puede obstaculizar la respuesta a emergencias y la distribución de ayuda humanitaria en caso de inundaciones.
### Recomendaciones para la Adaptación al Cambio Climático
Ante esta alarmante situación, el informe del Observatorio de Sostenibilidad presenta un decálogo de recomendaciones urgentes para la adaptación al cambio climático. Estas incluyen la implementación de sistemas de alerta temprana con protocolos claros, la creación de una etiqueta de calificación obligatoria para edificaciones en riesgo de inundaciones y la revisión de los planes de urbanización existentes para evitar la construcción en zonas vulnerables.
Es fundamental que las comunidades más afectadas, así como los sectores más vulnerables, reciban atención prioritaria. Las medidas deben ser implementadas de forma urgente para proteger a las poblaciones en riesgo, como los campings y las residencias de ancianos. La adaptación al cambio climático no es solo una cuestión de infraestructura, sino también de garantizar la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos.
El Observatorio de Sostenibilidad ha identificado que, aunque la muestra total de instalaciones inundables es de aproximadamente 11.000, se han enfocado en las 3.060 instalaciones que representan las mayores amenazas. Cataluña, con un 37% de las amenazas muy graves, es la comunidad más afectada, seguida de Galicia y el País Vasco.
La evidencia reciente, como la DANA de 2024 en Valencia, que inundó más de 16.000 hectáreas, resalta la necesidad de una acción inmediata. La adaptación al cambio climático debe ser una prioridad para todos los niveles de gobierno, y es esencial que se tomen medidas concretas para proteger a las comunidades más vulnerables y las infraestructuras críticas del país.
