La Plataforma Oceánica de Canarias (Plocan) ha lanzado un proyecto pionero que promete revolucionar la forma en que se monitorea y protege el océano Atlántico. Conocido como ATLAS (Atlantic Tracking with Lightwave Acoustic Sensing), esta iniciativa se basa en la transformación de cables submarinos de fibra óptica en una red de sensores acústicos. El objetivo principal es detectar la presencia de cetáceos, mapear el ruido submarino y establecer sistemas de alerta temprana para terremotos y deslizamientos bajo el mar. Este avance tecnológico no solo posiciona a Europa a la vanguardia de la observación oceánica, sino que también busca proteger la biodiversidad marina y las comunidades costeras.
### Tecnología de Vanguardia para la Conservación Marina
El corazón del proyecto ATLAS radica en la aplicación del sistema DAS (Distributed Acoustic Sensing). Este sistema innovador mide las alteraciones en los pulsos de luz que viajan a través de los cables de fibra óptica, permitiendo identificar sonidos y vibraciones en el entorno submarino. Desde el paso de barcos hasta las vocalizaciones de ballenas, esta tecnología ofrece una visión sin precedentes de la actividad oceánica. Eric Delory, coordinador técnico del proyecto, destaca que la información procesada mediante inteligencia artificial permitirá tomar decisiones rápidas y efectivas para proteger tanto la biodiversidad como las comunidades costeras.
La financiación del proyecto asciende a 3,4 millones de euros, de los cuales el 75% proviene de fondos FEDER, en el marco del programa Interreg Área Atlántica. ATLAS se desarrollará hasta principios de 2028 y cuenta con la participación de diversas entidades de España, Irlanda, Portugal y Francia. Entre los colaboradores se encuentran la compañía Canarias Submarine Link (Canalink), el University College Cork (MaREI), y el Instituto de Engenharia de Sistemas e Informática, entre otros.
### Beneficios para la Comunidad y el Medio Ambiente
Uno de los aspectos más destacados del proyecto ATLAS es su enfoque en la creación de una plataforma digital que permitirá compartir información en formatos estandarizados. Esto facilitará la colaboración entre las autoridades vinculadas a la Directiva Marco sobre la Estrategia Marina (MSFD), así como con plataformas europeas como EMODnet y Copernicus. Los beneficios de esta iniciativa se trasladarán directamente a la ciudadanía y al sector marítimo, proporcionando avisos a navegantes en zonas de alta presencia de cetáceos y evidencias objetivas para reducir la contaminación acústica submarina.
Además, el proyecto tiene como objetivo establecer alertas tempranas ante riesgos sísmicos, lo que es crucial en una región donde el tráfico naval es intenso y donde habitan especies amenazadas como la ballena común. La implementación de ATLAS representa un salto cualitativo en la vigilancia del océano, transformando los cables submarinos de telecomunicaciones en herramientas de protección tanto para el medio ambiente como para las personas.
Delory enfatiza que, con ATLAS, se pasará de realizar observaciones puntuales a una vigilancia continua a lo largo de cientos de kilómetros. Esto no solo beneficiará la biodiversidad, sino que también mejorará la seguridad marítima a escala atlántica. En un contexto donde la actividad humana impacta significativamente en los ecosistemas marinos, iniciativas como ATLAS son fundamentales para garantizar un equilibrio entre el desarrollo humano y la conservación del medio ambiente.
La implementación de tecnologías avanzadas en la observación oceánica marca un hito en la forma en que se gestionan y protegen los recursos marinos. Con el apoyo de diversas instituciones y la integración de inteligencia artificial, el proyecto ATLAS no solo busca mitigar los riesgos asociados a la actividad marítima, sino que también promueve un enfoque proactivo en la conservación de la biodiversidad marina. La colaboración internacional y el uso de tecnología de punta son esenciales para enfrentar los desafíos que presenta el océano en la actualidad, y ATLAS se posiciona como un modelo a seguir en este ámbito.
En resumen, el proyecto ATLAS representa una oportunidad única para avanzar en la protección del océano Atlántico, combinando innovación tecnológica con un compromiso firme hacia la conservación del medio ambiente. A medida que se desarrollen las fases del proyecto, se espera que los resultados no solo beneficien a la comunidad científica, sino que también tengan un impacto positivo en la vida cotidiana de las personas que dependen del mar para su sustento y bienestar.