Un avance significativo en la tecnología espacial ha sido alcanzado por científicos chinos, quienes han logrado realizar mediciones de distancia mediante láser entre la Tierra y la Luna durante el día. Este hito, conseguido con el satélite Tiandu-1, representa un avance crucial en la telemetría láser de largo alcance, que tradicionalmente se había limitado a operaciones nocturnas debido a la interferencia de la luz solar. Este experimento, llevado a cabo por el Laboratorio de Exploración del Espacio Profundo de China, abre nuevas posibilidades para la navegación y la comunicación en el espacio profundo, marcando un antes y un después en la exploración lunar.
### Superando Desafíos Técnicos
La telemetría láser de largo alcance (LLR) ha sido una técnica utilizada desde las misiones Apolo y Lunokhod en las décadas de 1960 y 1970. Sin embargo, la luz solar durante el día genera un ruido de fondo que dificulta la detección de las débiles señales láser de retorno. Los científicos chinos han comparado este desafío con la dificultad de «apuntar a un solo cabello a 10,000 metros de distancia mientras el objetivo se mueve rápidamente». La señal láser se debilita drásticamente al viajar los aproximadamente 385,000 km hasta la Luna y regresar, lo que hace que la detección de un solo fotón de retorno por cada pulso emitido sea una tarea monumental.
Para superar este obstáculo, se implementaron varias innovaciones tecnológicas. Se utilizó un sistema láser terrestre en el infrarrojo cercano, acoplado a un telescopio de 1.2 metros de apertura ubicado en los Observatorios de Yunnan. Este sistema fue capaz de emitir pulsos láser con la potencia y precisión necesarias para realizar las mediciones. El satélite Tiandu-1, lanzado en marzo de 2024, está equipado con un retrorreflector láser de esquina de cubo, diseñado para devolver la luz incidente en la dirección opuesta. Este reflector, desarrollado por el Observatorio Astronómico de Shanghái, fue optimizado para superar desafíos como el control angular a nivel de microrradianes y la estabilidad térmica en el entorno espacial.
El Observatorio Astronómico de Yunnan también desempeñó un papel crucial al optimizar su sistema para la detección de señales ultra débiles y realizar ajustes precisos en el telescopio, lo que permitió filtrar eficazmente el ruido solar y captar los tenues ecos láser devueltos por Tiandu-1.
### Implicaciones para la Exploración Lunar
El éxito de la medición láser durante el día no solo representa un avance técnico, sino que también tiene profundas implicaciones para la exploración lunar y la infraestructura cislunar. La capacidad de realizar mediciones precisas en cualquier momento del día amplía drásticamente la ventana de observación y la frecuencia con la que se pueden obtener datos orbitales. Esto es esencial para la navegación de alta precisión, ya que permite un seguimiento casi continuo de naves espaciales en el entorno cislunar.
Este avance es vital para futuras misiones lunares, tanto tripuladas como robóticas, así como para la navegación en el espacio profundo. Además, el desarrollo de una constelación de satélites por parte de China para crear un sistema de comunicación y navegación que sirva a futuras operaciones en la Luna y más allá se ve potenciado por este logro.
El término «espacio cislunar» se refiere a la región del espacio comprendida entre la Tierra y la Luna, y es crucial no solo para futuras misiones lunares, sino también para el establecimiento de estaciones espaciales y redes de comunicación y navegación. La medición láser en pleno día también tiene un impacto significativo en la ciencia fundamental, ya que permite una recopilación de datos más densa para refinar los modelos de la órbita lunar y la geofísica lunar y terrestre.
Este logro posiciona a China entre las pocas naciones capaces de realizar mediciones de distancia lunar de alta precisión, demostrando su creciente dominio en tecnologías espaciales avanzadas. La capacidad de realizar mediciones precisas en condiciones de luz diurna no solo mejora la exploración lunar, sino que también fortalece las capacidades de China para futuras misiones en el sistema Tierra-Luna, marcando un paso importante hacia la expansión de la presencia humana en el espacio.