La reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha puesto de relieve la grave situación que enfrentó una niña de dos años, quien sufrió la amputación de ambas piernas debido a una atención médica inadecuada. Este caso ha generado un gran revuelo en la sociedad canaria, no solo por la magnitud de la tragedia, sino también por las implicaciones legales y éticas que surgen de la negligencia en el ámbito de la salud pública.
### Contexto del Caso
La menor fue ingresada en marzo de 2022 en urgencias, presentando complicaciones derivadas de una infección. A pesar de los síntomas evidentes y la historia clínica que indicaba la gravedad de su condición, el tratamiento adecuado no fue administrado a tiempo. Un mes después de su ingreso, la situación se tornó crítica, llevando a la amputación de sus piernas a partir de los tobillos debido a necrosis, tras ser trasladada de urgencia a un hospital en Madrid.
El TSJC ha condenado al Servicio Canario de Salud (SCS) a pagar una indemnización de 273.157 euros, cifra que corresponde a los daños y perjuicios sufridos por la niña y los costos de futuras intervenciones necesarias para adaptar sus prótesis. Aunque los padres de la menor habían solicitado una indemnización mayor, de 546.314 euros, el tribunal decidió no conceder esta cantidad, aunque un magistrado emitió un voto particular a favor de la solicitud completa.
### Negligencia y Consecuencias
La sentencia del TSJC destaca que la atención médica que recibió la menor fue insuficiente y que se incurrió en una «pérdida de oportunidad». Según el Consejo Consultivo de Canarias, el tratamiento con un antibiótico específico podría haber tenido un éxito del 50% en los primeros días de la infección, y casi del 99% si se hubiera administrado a tiempo. Sin embargo, la falta de pruebas diagnósticas adecuadas y la ausencia de un pediatra en el Centro de Salud donde fue atendida inicialmente contribuyeron a la evolución negativa de su estado de salud.
Los informes periciales presentados por los padres subrayan que, a pesar de que los síntomas eran claros, no se realizaron las pruebas necesarias ni se administraron los antibióticos que podrían haber cambiado el curso de la enfermedad. El TSJC señala que la falta de anotaciones en la historia clínica sobre aspectos fundamentales como la saturación de oxígeno y la temperatura de la niña también fueron factores determinantes en la evolución desfavorable de su condición.
El juez que emitió el voto particular enfatizó la necesidad de que se abra un expediente a los empleados implicados en este caso, para determinar si hubo dolo, culpa o negligencia grave. Esta medida busca no solo la justicia para la menor y su familia, sino también la responsabilidad de los profesionales de la salud en el ejercicio de su labor.
### Implicaciones para el Sistema de Salud
Este caso pone de manifiesto la importancia de una atención médica adecuada y oportuna, así como la necesidad de protocolos claros en la atención de pacientes pediátricos. La falta de atención especializada y la desatención en el diagnóstico temprano pueden tener consecuencias devastadoras, como se ha evidenciado en este trágico suceso.
La indemnización otorgada por el TSJC es un paso hacia la justicia, pero también plantea interrogantes sobre la calidad de la atención médica en Canarias y la necesidad de reformas en el sistema de salud. La administración pública debe tomar medidas para garantizar que situaciones como esta no se repitan, implementando protocolos de atención más rigurosos y asegurando que todos los pacientes, especialmente los más vulnerables, reciban la atención que necesitan.
Además, la sociedad debe estar atenta a estos casos, exigiendo responsabilidad y transparencia en el sistema de salud. La confianza en los servicios médicos es fundamental, y es responsabilidad de las autoridades garantizar que se mantenga esa confianza a través de una atención de calidad y la rendición de cuentas por parte de los profesionales de la salud.
La historia de esta niña no solo es un recordatorio de los peligros de la negligencia médica, sino también un llamado a la acción para mejorar el sistema de salud en Canarias y en toda España. La salud de los ciudadanos debe ser una prioridad, y es esencial que se tomen medidas para prevenir que tragedias como esta vuelvan a ocurrir.