La República Dominicana se enfrenta a una situación crítica debido al huracán Melissa, que ha dejado a más de 3.500 personas evacuadas y ha afectado a casi 1,4 millones de ciudadanos al interrumpir el suministro de agua. Según el Centro de Operaciones de Emergencias (COE), el fenómeno ha causado la muerte de una persona y ha generado inundaciones severas en varias regiones del país. Las autoridades están llevando a cabo operaciones de búsqueda en el mar Caribe para encontrar a un niño que desapareció en el malecón de Santo Domingo.
El huracán Melissa, que se encuentra actualmente a unos 195 kilómetros al sur/sureste de Kingston, Jamaica, y a 450 kilómetros al sur/suroeste de Guantánamo, Cuba, ha puesto en alerta a 30 de las 32 provincias de la República Dominicana. De estas, nueve están bajo aviso rojo y dieciséis en aviso amarillo, incluyendo la capital, Santo Domingo, que ha reducido su nivel de alerta en las últimas horas.
Las condiciones meteorológicas han llevado a la apertura de cinco refugios públicos, donde 82 personas están recibiendo asistencia. Además, se han reportado 752 viviendas afectadas, de las cuales 16 han sufrido daños parciales y una ha quedado completamente destruida. La situación es especialmente grave en 48 comunidades que están incomunicadas, como La Ceiba, en Santo Domingo Norte, donde se han realizado entregas de alimentos mediante drones debido al desbordamiento del río Cabón.
El COE ha instado a la población a abstenerse de cruzar ríos, arroyos y cañadas que presenten altos volúmenes de agua, y ha recomendado a los operadores de embarcaciones pequeñas y medianas que permanezcan en puerto debido a las condiciones adversas, que incluyen vientos fuertes y olas anormales.
Según el último informe del Centro Nacional de Huracanes (NHC), Melissa es un huracán de categoría 4, con vientos sostenidos de 220 kilómetros por hora y ráfagas aún más fuertes. El fenómeno avanza lentamente hacia el oeste a una velocidad de aproximadamente 7 kilómetros por hora, y se espera que gire hacia el norte y noreste en los próximos días. Después de afectar Jamaica y el sureste de Cuba, se pronostica que el huracán llegue a las Bahamas el miércoles.
La temporada de huracanes en el Atlántico ha sido activa, con Melissa sumando un total de 13 ciclones hasta la fecha. Entre ellos se encuentran los huracanes Erin, Gabrielle, Humberto e Imelda, así como varias tormentas tropicales. Es importante destacar que Chantal fue la única tormenta que tocó tierra en Estados Unidos este año, causando la muerte de dos personas en Carolina del Norte.
La situación en República Dominicana es un recordatorio de la vulnerabilidad de la región ante fenómenos naturales extremos. Las autoridades están trabajando arduamente para mitigar los efectos del huracán y garantizar la seguridad de la población. Sin embargo, los desafíos son significativos, y la recuperación de las áreas afectadas requerirá tiempo y recursos sustanciales.
La comunidad internacional ha estado atenta a la evolución de la tormenta y a las necesidades de asistencia humanitaria en la isla. La respuesta a desastres naturales como este requiere una coordinación efectiva entre las autoridades locales, organizaciones no gubernamentales y la comunidad internacional para asegurar que se brinde la ayuda necesaria a quienes más lo necesitan.
La preparación y la resiliencia son clave en la lucha contra los efectos del cambio climático y los desastres naturales. La experiencia de la República Dominicana con huracanes en el pasado ha llevado a la implementación de medidas de prevención y respuesta, pero siempre hay espacio para mejorar y adaptarse a las nuevas realidades climáticas.
A medida que el huracán Melissa continúa su trayectoria, es crucial que la población siga las recomendaciones de las autoridades y se mantenga informada sobre la evolución de la situación. La seguridad y el bienestar de los ciudadanos deben ser la prioridad en estos momentos difíciles, y la solidaridad entre la comunidad será fundamental para superar esta crisis.
