La carrera de Moto3 en el Gran Premio de Sepang se vio marcada por un trágico accidente que involucró a dos pilotos destacados, lo que alteró drásticamente el desarrollo de la competición. El evento, que estaba programado para comenzar a las cinco de la mañana en horario peninsular español, se retrasó casi dos horas debido a la gravedad del incidente. José Antonio Rueda, el campeón del mundo de Moto3, y el piloto suizo Noah Dettwiler sufrieron un accidente en la vuelta de formación, lo que llevó a la organización a suspender la carrera temporalmente con una bandera roja.
El accidente ocurrió cuando Rueda chocó contra la moto de Dettwiler, que se encontraba prácticamente parada en la salida de la curva tres. La situación fue tan crítica que ambos pilotos tuvieron que ser evacuados en helicóptero a un hospital en Malasia después de recibir atención médica en el centro del circuito. Este suceso dejó una atmósfera tensa y sombría en el paddock, ya que todos los presentes estaban preocupados por el bienestar de los dos competidores.
A pesar de las circunstancias difíciles, la carrera de Moto3 finalmente se llevó a cabo, aunque con una distancia reducida a diez vueltas en lugar de las diecisiete inicialmente previstas. El intenso calor, con temperaturas que alcanzaron casi sesenta grados en el asfalto, complicó aún más la situación, ya que el agarre en la pista era notablemente bajo. Esto resultó en una carrera que se asemejó a una prueba de eliminación, donde los pilotos debían tener cuidado para evitar caídas y accidentes.
Desde el inicio de la carrera, Taiyo Furusato demostró su dominio al tomar la delantera. Conocido por su experiencia en las categorías de formación asiáticas, Furusato se escapó rápidamente y completó todas las vueltas en solitario, logrando así su primera victoria en el campeonato mundial y convirtiéndose en el primer piloto japonés en ganar una carrera en años. Su actuación fue impresionante, especialmente considerando las difíciles condiciones de la pista.
Mientras tanto, el grupo de perseguidores se fue desintegrando a medida que avanzaba la carrera. Ángel Piqueras, Adrián Fernández y Guido Pini fueron los únicos que lograron mantenerse en la lucha por las posiciones del podio. Sin embargo, la competencia entre ellos fue tensa, ya que Pini sufrió una caída justo antes de la última vuelta, dejando a Piqueras y Fernández para pelear por el segundo lugar. El intento de adelantamiento de Fernández casi resultó en un accidente, lo que subrayó la peligrosidad de la carrera.
Finalmente, Piqueras logró asegurar un segundo puesto, lo que es crucial para su objetivo de alcanzar el subcampeonato. Su principal rival, Máximo Quiles, tuvo varios problemas durante la carrera, incluyendo un susto en la última vuelta que lo relegó a la séptima posición, lo que le deja a 14 puntos de Piqueras en la clasificación general. David Almansa, quien había logrado la pole position, terminó en cuarto lugar, mientras que Álvaro Carpe ocupó la quinta posición.
A pesar de la ceremonia de podio, el ambiente era sombrío. No se descorchó el champán, ya que todos los pensamientos estaban centrados en Rueda y Dettwiler, quienes habían sido protagonistas de la carrera más difícil de Moto3. Este evento no solo puso de manifiesto los riesgos inherentes al motociclismo, sino que también destacó la camaradería y la preocupación que existe entre los pilotos, quienes son conscientes de los peligros que enfrentan en cada carrera.
La carrera de Moto3 en Sepang será recordada no solo por la victoria de Furusato, sino también por el accidente que afectó a dos de sus colegas. La comunidad del motociclismo se une en solidaridad con Rueda y Dettwiler, esperando su pronta recuperación y el regreso a la pista. La próxima carrera será una oportunidad para que los pilotos demuestren su valentía y habilidad, mientras que el recuerdo de este trágico evento permanecerá en la mente de todos los involucrados.
