La ciudad de Cali, en Colombia, se vio sacudida por un trágico atentado el pasado 21 de agosto de 2025, cuando un camión bomba estalló en las cercanías de la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez. Este ataque ha dejado un saldo de al menos cinco personas fallecidas y 36 heridas, según confirmaron las autoridades locales. La Alcaldía de Cali emitió un comunicado en el que se detalla la magnitud de la tragedia, resaltando la necesidad de una respuesta inmediata ante este acto de violencia.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, también se pronunció sobre el atentado, calificándolo como una «reacción terrorista» del Estado Mayor Central (EMC), la principal disidencia de las FARC. Este grupo armado ha sido señalado como responsable de varios actos violentos en la región, y el mandatario atribuyó el ataque a una ofensiva del Ejército contra el EMC en el departamento del Cauca, que limita con Valle del Cauca.
El alcalde de Cali, Alejandro Eder, anunció medidas de seguridad adicionales, incluyendo la restricción del tránsito de camiones de más de cuatro toneladas en la ciudad durante la noche. «He hablado con el comandante de la Policía Metropolitana de Cali para asegurar todas las entradas a la ciudad de manera inmediata», expresó Eder, enfatizando la urgencia de proteger a la población tras el atentado.
### Contexto del Atentado
El ataque se produjo en la Carrera Octava, una de las avenidas más transitadas de Cali, donde se encuentran no solo la base militar, sino también numerosos comercios. La explosión fue devastadora, y los videos que circulan en redes sociales muestran escenas de caos, con personas ensangrentadas y vehículos destruidos. La fachada de un supermercado cercano también resultó gravemente dañada, lo que evidencia la fuerza del estallido.
Ante la gravedad de la situación, la Alcaldía de Cali ha ofrecido una recompensa de hasta 400 millones de pesos (aproximadamente 100.000 dólares) por información que conduzca a la captura de los responsables del atentado. Esta medida busca incentivar la colaboración ciudadana en la lucha contra el terrorismo y la violencia en la región.
El ministro del Interior, Armando Benedetti, también se pronunció sobre el ataque, afirmando que el Gobierno se reunirá con las autoridades competentes para diseñar estrategias efectivas que desmantelen las redes criminales responsables de este tipo de actos. Benedetti hizo un llamado a la ciudadanía para unirse en la lucha contra el terrorismo, destacando la importancia de la colaboración comunitaria para garantizar la paz y la seguridad en el país.
### La Declaración de Organizaciones Terroristas
En un contexto más amplio, el presidente Petro anunció que su Gobierno tiene la intención de declarar como organizaciones terroristas al Clan del Golfo, la principal banda criminal de Colombia, así como a dos disidencias de las FARC: el Estado Mayor Central y la Segunda Marquetalia. Esta decisión se basa en investigaciones que demuestran la conexión de estos grupos con el narcotráfico y su implicación en actos de violencia que buscan sembrar el pánico en la población civil.
Petro subrayó que los actos terroristas son aquellos que buscan causar miedo y desestabilizar a la sociedad, diferenciándolos de los enfrentamientos armados entre grupos organizados. Esta distinción es crucial para entender la naturaleza del conflicto en Colombia y la respuesta del Gobierno ante la creciente violencia.
El atentado en Cali es un recordatorio doloroso de los desafíos que enfrenta Colombia en su lucha contra el terrorismo y la criminalidad. A medida que el país intenta avanzar hacia la paz, estos actos violentos ponen a prueba la resiliencia de la sociedad y la efectividad de las estrategias gubernamentales para combatir el crimen organizado. La respuesta del Gobierno y la colaboración de la ciudadanía serán fundamentales para enfrentar esta crisis y trabajar hacia un futuro más seguro para todos los colombianos.