Las experiencias con drogas psicodélicas, en particular la dimetiltriptamina (DMT), han sido objeto de estudio en la comunidad científica debido a sus efectos profundos en la conciencia humana. Un reciente estudio ha revelado que los «viajes» inducidos por esta potente sustancia pueden generar sensaciones que se asemejan a las experiencias cercanas a la muerte (ECM), aunque también presentan características únicas que las diferencian. Este análisis se basa en relatos de personas que han experimentado ambos fenómenos, ofreciendo una nueva perspectiva sobre la relación entre la química cerebral y la conciencia.
La investigación, liderada por el académico Pascal Michael de la Universidad de Greenwich, se centra en una comparación cualitativa entre las experiencias vividas por usuarios de DMT en entornos naturales y las narraciones clásicas de ECM. A través de 36 entrevistas semiestructuradas, el equipo de Michael identificó diez temas centrales que son comunes en las ECM, como la sensación de desplazamiento, encuentros con luces intensas, revisiones de la vida y la presencia de «seres de luz». Estos hallazgos sugieren que, aunque hay similitudes, también existen diferencias significativas que merecen ser exploradas.
### Similitudes y Diferencias en las Experiencias
Entre los elementos comunes detectados en el 95% de los entrevistados se encuentran la sensación de estar al borde de la muerte, la experiencia del vacío y la disociación entre el cuerpo y el alma. Sin embargo, el estudio también destaca una serie de motivos menos frecuentes que emergen exclusivamente en el contexto de los viajes con DMT. Estos incluyen paisajes caleidoscópicos, encuentros con entidades extraterrenales y elementos culturales que no tienen un contexto claro.
A pesar de estas coincidencias, el estudio revela diferencias cualitativas importantes. Por ejemplo, cinco características típicas de las ECM, como la secuencia lineal de etapas y la toma de decisiones sobre el regreso a la vida, están ausentes en los relatos de DMT. En cambio, las experiencias psicodélicas se caracterizan por fusiones temporales y un carácter estereotipado que contrasta con la narrativa fluida que describen quienes han tenido ECM. Esta distinción es crucial para entender cómo cada fenómeno afecta la percepción de la realidad y la conciencia.
La metodología utilizada por el equipo de Michael es innovadora, ya que se basa en un análisis temático de relatos auténticos en lugar de estudios de laboratorio que pueden limitar la experiencia subjetiva. Este enfoque permite una comprensión más profunda de cómo las personas experimentan estos estados alterados de conciencia en un entorno natural, lo que podría ofrecer nuevas vías para la investigación en el campo de la psicología y la neurociencia.
### Implicaciones Fisiológicas y Clínicas
Desde una perspectiva fisiológica, se ha sugerido que la liberación endógena de DMT durante estados límite podría proporcionar una base neuroquímica para las ECM. Sin embargo, Michael argumenta que los procesos cerebrales asociados al daño tisular y la falta de oxígeno juegan un papel más complejo en la experiencia de la muerte. La idea de que el DMT pueda replicar solo algunos aspectos de las ECM refuerza la noción de que esta molécula, aunque poderosa, no puede explicar completamente la fenomenología de las experiencias cercanas a la muerte.
Los hallazgos del estudio abren la puerta a nuevas aplicaciones clínicas de los psicodélicos, especialmente en el tratamiento de traumas y en terapias de duelo. La intensidad sensorial y la falta de coherencia narrativa en las experiencias con DMT podrían ser útiles en contextos terapéuticos, siempre bajo la supervisión de profesionales de la salud. Michael enfatiza la necesidad de realizar más investigaciones que combinen técnicas de neuroimagen con relatos cualitativos para desentrañar el papel real del DMT en la conciencia humana.
En resumen, el estudio de la relación entre el DMT y las experiencias cercanas a la muerte no solo proporciona una visión fascinante sobre la naturaleza de la conciencia, sino que también plantea preguntas importantes sobre cómo estas experiencias pueden ser utilizadas en contextos clínicos. A medida que la investigación avanza, es probable que se descubran más conexiones entre la química del cerebro y las experiencias humanas más profundas, lo que podría transformar nuestra comprensión de la vida, la muerte y lo que hay más allá.