En un giro inesperado de los acontecimientos, tres agentes de la Policía Nacional han sido detenidos en Tenerife por su supuesta implicación en una red de tráfico de drogas y blanqueo de capitales. Esta operación, llevada a cabo por la Unidad de Asuntos Internos del cuerpo policial, ha revelado un entramado que involucra a miembros de la fuerza del orden, lo que ha generado un gran revuelo en la sociedad canaria. Entre los arrestados se encuentra Francisco Moar, exjefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), conocido por haber liderado la investigación del caso Mediador, también conocido como caso Tito Berni.
La detención de Moar y otros dos inspectores jefes jubilados, junto a una abogada y el chófer de un empresario local, ha puesto de manifiesto la gravedad de las acusaciones. Según fuentes cercanas a la investigación, los detenidos están siendo investigados por delitos graves que incluyen tráfico de drogas, blanqueo de capitales, asociación ilícita y tráfico de influencias. Las autoridades han indicado que el modus operandi de los implicados consistía en utilizar su posición dentro de la policía para facilitar actividades ilegales relacionadas con la distribución de estupefacientes y la ocultación de los beneficios obtenidos.
La operación se llevó a cabo en el Hotel Ponderosa, ubicado en el sur de Tenerife, un lugar que ha sido señalado como punto de encuentro para actividades delictivas. Las investigaciones apuntan a que los agentes habrían utilizado su conocimiento y acceso a información privilegiada para proteger a los involucrados en el tráfico de drogas, así como para blanquear el dinero a través de propiedades y cuentas a nombre de terceros. La gravedad de estos delitos ha llevado a las autoridades a mantener la operación abierta, y no se descartan nuevas detenciones en los próximos días.
### Contexto del Caso y Denuncias Previas
El caso ha cobrado relevancia no solo por las detenciones, sino también por el trasfondo que rodea a Francisco Moar. En febrero de 2025, Moar denunció haber sido apartado de la investigación del caso Mediador, justo cuando esta comenzaba a implicar a altos cargos del PSOE y contratos financiados con fondos europeos en el Sahel. Según sus declaraciones, su exclusión se produjo tras solicitar la incorporación de la UDEF central a la investigación, lo que generó tensiones dentro del cuerpo policial.
Moar también relató haber sido víctima de una campaña de desprestigio que incluyó denuncias internas por acoso laboral, de las cuales fue exonerado. Además, afirmó que sufrió el robo de dos teléfonos móviles que contenían pruebas clave del caso, lo que él considera parte de una maniobra para frenar la investigación y proteger a altos funcionarios del Gobierno. En este contexto, el exdiputado socialista Juan Bernardo Fuentes Curbelo, conocido como ‘Tito Berni’, también ha sido mencionado, ya que se dice que entregó su acta parlamentaria a cambio de no ingresar en prisión.
La situación ha generado un clima de incertidumbre y desconfianza en la ciudadanía, que observa con atención cómo se desarrollan los acontecimientos. La implicación de agentes de la ley en actividades delictivas plantea serias preguntas sobre la integridad de las instituciones y la necesidad de una revisión exhaustiva de los procedimientos internos dentro de la Policía Nacional.
### Reacciones y Consecuencias
La noticia de las detenciones ha provocado reacciones diversas en la sociedad canaria. Muchos ciudadanos expresan su indignación al ver que aquellos encargados de velar por la seguridad pública están involucrados en actividades criminales. Las redes sociales se han llenado de comentarios y opiniones sobre la necesidad de una reforma en las fuerzas del orden para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas.
Además, expertos en criminología y derecho penal han comenzado a analizar las implicaciones legales de este caso. La posibilidad de que otros agentes estén involucrados en la red delictiva ha llevado a un llamado a la acción por parte de las autoridades para investigar a fondo y asegurar que se haga justicia. La presión sobre el Gobierno y las instituciones para que se tomen medidas contundentes es cada vez mayor, y se espera que en los próximos días se den a conocer más detalles sobre la operación y las posibles repercusiones para los implicados.
La situación en Tenerife es un recordatorio de que la lucha contra el crimen organizado y la corrupción dentro de las fuerzas del orden es un desafío constante. La sociedad espera respuestas y acciones efectivas que restauren la confianza en las instituciones y aseguren que los responsables de estos delitos sean llevados ante la justicia.