A lo largo de la historia, el sueño ha sido un aspecto fundamental de la vida humana, pero su naturaleza ha cambiado drásticamente con el tiempo. En la actualidad, la mayoría de las personas considera que dormir de un tirón durante ocho horas es la norma. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que este patrón de sueño continuo es más bien una construcción moderna. En épocas pasadas, especialmente en sociedades preindustriales, era común que las personas durmieran en dos segmentos, conocidos como el «primer sueño» y el «segundo sueño». Este artículo explora la historia del sueño humano y cómo las transformaciones culturales y tecnológicas han influido en nuestros hábitos de descanso.
La práctica del sueño dividido no es un fenómeno aislado; se encuentra documentada en diversas crónicas y relatos personales a lo largo de la historia. Según el psicólogo Darren Rhodes, director del Laboratorio de Cognición Temporal Ambiental de la Universidad de Keele, este patrón de sueño se ha registrado en manuales domésticos y literatura de épocas pasadas. La vigilia que ocurría entre los dos períodos de sueño no era un tiempo perdido, sino un momento aprovechado para diversas actividades, como leer, rezar o incluso mantener relaciones íntimas. Este uso del tiempo nocturno refleja una organización social y personal que ha sido olvidada en la actualidad.
### La Transición hacia el Sueño Continuo
La transición hacia un patrón de sueño continuo comenzó a tomar forma entre los siglos XVIII y XIX. Este cambio fue impulsado por varios factores, entre los que destacan la expansión de la iluminación pública y privada, el auge de los cafés y el entretenimiento nocturno, así como la reorganización del tiempo laboral durante la Revolución Industrial. Estas transformaciones aumentaron las horas de actividad diurna y redujeron el tiempo disponible para la vigilia nocturna. Para comienzos del siglo XX, la idea de acostarse una sola vez por la noche se había convertido en la norma en muchas ciudades.
El impacto de la Revolución Industrial en los hábitos de sueño no puede subestimarse. Con el aumento de la jornada laboral y la necesidad de adaptarse a un nuevo ritmo de vida, las personas comenzaron a priorizar un sueño ininterrumpido. Este cambio no solo afectó la calidad del sueño, sino que también alteró la percepción del tiempo y la forma en que las personas se relacionaban entre sí durante la noche. La vigilia intermedia, que antes era un momento de conexión social y personal, se convirtió en un periodo de ansiedad y desasosiego para muchos, que se despertaban en medio de la noche sin saber cómo aprovechar ese tiempo.
### La Ciencia Detrás del Sueño Fragmentado
Investigaciones recientes han comenzado a arrojar luz sobre la naturaleza biológica del sueño fragmentado. Estudios han demostrado que, cuando se expone a las personas a condiciones de baja iluminación y ritmos naturales, tienden a recuperar un patrón de sueño dividido. Esto sugiere que la segmentación del sueño no es solo un hecho cultural, sino también una posible expresión de ritmos biológicos humanos que se han mantenido desde los inicios de nuestra especie.
Los expertos sugieren que permitir períodos de vigilia tranquilos en lugar de forzar un regreso inmediato al sueño podría reducir la ansiedad asociada a los despertares nocturnos. Esta perspectiva invita a replantear la forma en que entendemos y abordamos el sueño en la actualidad. En lugar de ver los despertares nocturnos como un problema a resolver, podrían ser considerados como una oportunidad para reconectar con uno mismo o con los demás, tal como se hacía en épocas pasadas.
La historia del sueño humano es un recordatorio de que nuestros hábitos y ritmos están en constante evolución. A medida que la cultura, la tecnología y las necesidades laborales cambian, también lo hacen nuestras prácticas de descanso. La comprensión de estos cambios puede ofrecer nuevas perspectivas sobre cómo mejorar la calidad del sueño en un mundo que a menudo prioriza la productividad sobre el bienestar personal. En última instancia, el antiguo patrón de sueño dividido nos invita a reflexionar sobre la importancia de encontrar un equilibrio entre el descanso y la actividad, y a considerar cómo podemos integrar prácticas más saludables en nuestras vidas modernas.
