La selección de fútbol de Palestina se prepara para un amistoso contra Euskadi el próximo 15 de noviembre en el estadio de San Mamés, en Bilbao. Este encuentro, que se enmarca dentro del parón de la Liga debido a los cruces clasificatorios para el Mundial 2026, ha sido acordado entre la Federación Palestina de Fútbol y la Federación Vasca. La noticia ha generado gran expectación, no solo por el aspecto deportivo, sino también por el contexto político que rodea a la situación actual en Gaza.
### Un Encuentro con Contexto Político
La celebración de este partido se produce en un clima de alta tensión y reivindicación social. En las últimas semanas, las protestas contra la situación en Gaza han resonado en diversas manifestaciones, incluyendo las que se han llevado a cabo en el ámbito deportivo. Durante la reciente Vuelta a España, los ciclistas y aficionados mostraron su apoyo a Palestina, lo que refleja un creciente sentimiento de solidaridad en la sociedad vasca.
El partido entre Palestina y Euskadi no solo será un evento deportivo, sino también un acto simbólico que busca visibilizar la difícil situación que enfrenta la población palestina. La indignación en Euskadi por los crímenes que se están cometiendo en Gaza ha alcanzado niveles altos, y este encuentro se presenta como una oportunidad para que la afición exprese su apoyo a la causa palestina. En el pasado, los estadios de fútbol en la región han sido escenarios de mensajes de solidaridad, como lo evidenció la pancarta desplegada por la afición del Athletic de Bilbao en un partido de Champions contra el Arsenal.
### La Selección Palestina: Un Equipo en el Exilio
La selección de fútbol de Palestina ha tenido que enfrentar numerosos desafíos a lo largo de su historia. A pesar de ser un equipo reconocido oficialmente, su situación es compleja. La mayoría de sus jugadores militan en ligas extranjeras, y el equipo juega en el exilio, principalmente en Jordania. La Liga palestina, que se divide en dos divisiones (Cisjordania y Gaza), ha sufrido interrupciones significativas debido a la inestabilidad en la región. La liga de Gaza, por ejemplo, ha podido concluir solo siete campeonatos desde 1984.
El contexto actual es desolador, ya que muchos jugadores de Gaza han perdido la vida en los recientes ataques israelíes, y la situación de otros permanece incierta. Además, los futbolistas que juegan en la liga israelí, como los del Bnei Sakhnin, se ven imposibilitados de unirse a la selección nacional, lo que limita aún más las opciones del equipo.
A pesar de estos obstáculos, la selección palestina ha demostrado su resiliencia. En junio, estuvo a punto de clasificar para el Mundial de 2026, pero un gol en el último minuto de un partido crucial contra Omán les privó de esa oportunidad. Este tipo de experiencias resalta la lucha constante de Palestina no solo en el ámbito deportivo, sino también en su búsqueda de reconocimiento y derechos en el contexto internacional.
### Expectativas para el Partido
El encuentro en San Mamés será el primero de la Euskal selekzioa bajo la presidencia de Iker Goñi, quien asumió el cargo recientemente. La Federación Vasca aún no ha confirmado oficialmente la celebración del partido, pero se espera que la taquilla se destine en parte a necesidades humanitarias en Gaza, lo que añade un componente solidario a la cita.
La afición vasca, conocida por su pasión y compromiso social, seguramente llenará las gradas de San Mamés, no solo para apoyar a su selección, sino también para alzar la voz en favor de los derechos humanos y la paz en la región. Este partido se convierte en un símbolo de la lucha por la justicia y la dignidad, y es probable que se convierta en un evento memorable en la historia del fútbol vasco y palestino.
La conexión entre el deporte y la política es innegable, y este amistoso es un claro ejemplo de cómo el fútbol puede ser un vehículo para la protesta y la solidaridad. La comunidad futbolística en Euskadi ha mostrado su apoyo a Palestina en múltiples ocasiones, y este partido será una continuación de esa tradición de compromiso social y político. La historia del fútbol palestino es una historia de lucha, resistencia y esperanza, y el partido contra Euskadi será una oportunidad para que esa historia sea contada y recordada.