La reciente pérdida de Manuel Hermoso Rojas, expresidente del Gobierno de Canarias y figura clave en la política regional, ha dejado una profunda huella en la comunidad canaria. Hermoso, quien falleció el 17 de junio de 2025, fue un político que no solo ocupó cargos de gran relevancia, sino que también fue un referente del nacionalismo canario y un defensor incansable de los intereses de su tierra. Su vida y carrera están marcadas por un compromiso inquebrantable con el desarrollo de Canarias y su gente.
### Un recorrido por su vida y carrera política
Nacido en 1935 en San Cristóbal de La Laguna, Manuel Hermoso se trasladó a Santa Cruz de Tenerife a una edad temprana. Proveniente de una familia de emigrantes andaluces, su infancia estuvo marcada por la búsqueda de oportunidades en un contexto socioeconómico complicado. Hermoso se formó como ingeniero industrial en Barcelona y Madrid, donde comenzó a forjar su carácter y su visión política.
Su carrera política comenzó en la década de 1970, en un momento en que España estaba en plena transición hacia la democracia. Hermoso fue uno de los primeros en involucrarse activamente en la política canaria, siendo elegido alcalde de Santa Cruz de Tenerife en 1979. Su liderazgo en el consistorio fue notable, logrando un apoyo significativo en las elecciones posteriores. En 1983, bajo la bandera de la Agrupación Tinerfeña de Independientes (ATI), Hermoso consolidó su poder político, convirtiéndose en un líder influyente en la región.
A lo largo de su carrera, Hermoso se destacó por su capacidad para unir a diferentes grupos y por su enfoque en el desarrollo regional. Su visión de un nacionalismo canario inclusivo y constructivo lo llevó a ser un defensor de la identidad canaria, promoviendo políticas que beneficiaran a todos los ciudadanos del archipiélago. Su legado se extiende más allá de su tiempo en el cargo, ya que su influencia se siente en la política canaria actual.
### Impacto en la política canaria y su legado
Manuel Hermoso fue un pionero en la política canaria, siendo el primer presidente del Gobierno de Canarias en 1993 tras una moción de censura que destituyó a su adversario político, Jerónimo Saavedra. Este evento marcó un hito en la historia política de la región, ya que Hermoso se convirtió en un símbolo de la lucha por la autonomía y el reconocimiento de Canarias dentro del contexto español.
Su gestión se caracterizó por un enfoque en la modernización de las infraestructuras y el desarrollo económico de las islas. Hermoso fue un firme defensor de la creación de una universidad en Canarias, un proyecto que consideraba esencial para el futuro de la educación y el desarrollo profesional en la región. A pesar de enfrentar críticas y oposición, su visión de una Canarias más fuerte y unida fue un motor de cambio durante su mandato.
Además de su labor como presidente, Hermoso también fue un destacado miembro del Parlamento de Canarias y un diputado en el Congreso, donde continuó abogando por los intereses de su comunidad. Su capacidad para construir consensos y buscar soluciones a los problemas de la región lo convirtió en un político respetado y admirado, incluso por aquellos que no compartían su ideología.
La muerte de Manuel Hermoso ha suscitado una ola de homenajes y recuerdos de su legado. Muchos políticos y ciudadanos han expresado su gratitud por su dedicación y su impacto en la sociedad canaria. Su vida es un testimonio de cómo un líder puede influir en el destino de una comunidad, y su memoria perdurará en la historia de Canarias como un ejemplo de compromiso y servicio público.
En un momento en que Canarias enfrenta nuevos desafíos, el legado de Manuel Hermoso sirve como un recordatorio de la importancia de la unidad y el trabajo conjunto para construir un futuro mejor. Su vida y obra son un faro de esperanza y un llamado a la acción para todos aquellos que creen en el potencial de las Islas Canarias.