La economía española ha mostrado un notable crecimiento en el segundo trimestre de 2025, con un aumento del Producto Interno Bruto (PIB) del 0,8%. Este dato, publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), ha superado las expectativas y ha permitido al Gobierno mantener su previsión de crecimiento para el año en un optimista 2,7%. Este artículo explora los factores que han contribuido a este crecimiento y los desafíos que enfrenta el país en el contexto actual.
**Factores Clave del Crecimiento Económico**
El crecimiento del PIB en España se ha visto impulsado principalmente por la demanda interna, que incluye el consumo de las familias y la inversión empresarial. En el segundo trimestre, el consumo de los hogares aumentó un 0,8% en comparación con el trimestre anterior, lo que refleja un aumento en la confianza del consumidor y un mercado laboral en recuperación. Además, la inversión empresarial también mostró un crecimiento significativo del 1,8%, lo que indica que las empresas están dispuestas a invertir en su futuro a pesar de la incertidumbre global.
El buen desempeño del mercado laboral ha sido un factor determinante en este crecimiento. España ha superado por primera vez los 22 millones de afiliados a la Seguridad Social, lo que demuestra una recuperación en el empleo. Este aumento en el empleo ha llevado a un incremento en la capacidad de gasto de las familias, lo que a su vez ha estimulado la economía. Sin embargo, el crecimiento no ha sido uniforme en todos los sectores. Mientras que la construcción y los servicios han mostrado un fuerte desempeño, el sector exterior ha enfrentado desafíos significativos.
**Desafíos en el Sector Exterior**
A pesar del crecimiento interno, las exportaciones españolas han tenido un desempeño más débil, con un aumento del 1,3% en el segundo trimestre, lo que representa una desaceleración en comparación con el primer trimestre. Este estancamiento se debe en parte a la incertidumbre provocada por los aranceles impuestos por Estados Unidos a las exportaciones europeas, que afectan a sectores clave como el agroalimentario, maquinaria y productos químicos. Según estimaciones de la Cámara de Comercio, las ventas de España a EE. UU. podrían disminuir entre un 7% y un 13%, lo que podría restar hasta 2.300 millones de euros a las cuentas de las empresas españolas.
El Banco de España ha señalado que, aunque el impacto de estos aranceles será «acotado» para la economía española, hay sectores que sentirán el efecto más intensamente. La preocupación por el comercio internacional y la energía sigue siendo un riesgo latente para la economía española, que debe navegar en un entorno global incierto.
**Perspectivas Futuras**
Mirando hacia el futuro, los analistas sugieren que el crecimiento de la economía española dependerá de la capacidad de mantener un equilibrio entre el consumo interno y la inversión, al tiempo que se enfrenta a los desafíos del comercio exterior. Javier Molina, analista de eToro, ha comentado que el impulso del PIB proviene principalmente de las familias y las empresas, pero que el sector exterior apenas contribuye al crecimiento. Esto plantea la necesidad de que España diversifique sus mercados de exportación y busque nuevas oportunidades en el comercio internacional.
El empleo también ha mostrado signos de recuperación, con un crecimiento del 3,5% en comparación con el año anterior, la tasa más alta en un año. Sin embargo, la productividad ha disminuido un 0,4% interanual, lo que podría ser un indicativo de que los costos laborales están superando los incrementos en la productividad. Este es un aspecto que el Gobierno y las empresas deben abordar para asegurar un crecimiento sostenible a largo plazo.
En resumen, la economía española se encuentra en una fase de crecimiento, impulsada por el consumo interno y la inversión. Sin embargo, los desafíos en el comercio exterior y la necesidad de mejorar la productividad son aspectos críticos que deben ser atendidos para mantener este impulso. A medida que el Gobierno se prepara para presentar los Presupuestos Generales de 2026, será crucial que las políticas económicas se alineen con las realidades del mercado y las necesidades de los ciudadanos.