La relación entre el calentamiento global y la calidad del aire ha tomado un giro inesperado, según un reciente estudio que ha desafiado las predicciones anteriores sobre la contaminación por ozono. Este gas, conocido por ser un contaminante secundario, se forma a partir de reacciones químicas entre óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles bajo la luz solar. A pesar de que se pensaba que el cambio climático aumentaría su concentración, la investigación liderada por el Centro de Investigación Jülich en Alemania ha encontrado que, en ciertas condiciones, el ozono podría disminuir en amplias regiones del hemisferio norte.
### Un Giro Sorprendente en la Contaminación por Ozono
El estudio, publicado en la revista ‘Clean Air’, utilizó simulaciones innovadoras para analizar escenarios futuros de calentamiento global, específicamente a +2°C y +2.75°C respecto a niveles preindustriales. Durante este análisis, los investigadores replicaron las condiciones meteorológicas de las olas de calor extremas que afectaron a Europa entre 2018 y 2020. Manteniendo constantes las emisiones humanas de precursores de ozono, se centraron en el impacto termodinámico del clima, que incluye temperatura, humedad y la respuesta de la vegetación.
Los resultados fueron sorprendentes. Con un aumento de temperatura de +2°C, se observó un incremento del ozono superficial en zonas industrializadas de India, China y el hemisferio sur, impulsado por una fotoquímica más eficiente y mayores emisiones biogénicas de compuestos orgánicos volátiles. Sin embargo, al elevar el calentamiento a +2.75°C, el ozono disminuyó hasta un 15% en océanos y regiones continentales del hemisferio norte, a excepción de los núcleos urbanos de Asia.
### La Humedad como Factor Clave
La clave de este fenómeno radica en la humedad atmosférica. Tamara Emmerichs, autora principal del estudio, explica que a temperaturas más altas, el efecto de la humedad se vuelve más dominante, lo que resulta en una disminución neta de la contaminación por ozono cerca del suelo. En las capas altas de la atmósfera, el aire más húmedo acelera la descomposición del ozono a través de reacciones con radicales hidroxilo (OH), un proceso que contrarresta la producción local del contaminante.
Las plantas juegan un papel crucial en este equilibrio. Por un lado, absorben ozono a través de sus estomas, contribuyendo a la limpieza del aire. Por otro lado, emiten isopreno, un compuesto orgánico volátil que, en áreas con altos niveles de óxidos de nitrógeno, como Europa central, puede estimular la formación de ozono. Sin embargo, el estrés hídrico y la exposición al ozono obligan a las plantas a cerrar sus poros, lo que reduce su capacidad para absorber este contaminante y, por ende, su función de purificación del aire.
Domenico Taraborrelli, coautor del estudio, subraya que las respuestas de las plantas al estrés son un factor central que ha sido subestimado en el desarrollo futuro de la contaminación por ozono. Este hallazgo resalta la complejidad de las interacciones entre el cambio climático y la calidad del aire, sugiriendo que no todos los efectos del calentamiento global son necesariamente negativos.
### Implicaciones para la Salud y el Medio Ambiente
Los resultados del estudio también tienen importantes implicaciones para la salud humana. Utilizando funciones de impacto epidemiológico, se estima que con un calentamiento de +2°C, la mortalidad prematura anual atribuible al ozono podría ascender a 140,000 casos globales, concentrados principalmente en India y China. Sin embargo, con un aumento de +2.75°C, esta cifra se reduciría drásticamente, con un 78.2% de muertes evitadas a nivel global. Esto implica que países como India podrían evitar 2,298 decesos anuales, mientras que Europa y Estados Unidos también experimentarían mejoras significativas en la calidad del aire.
Por otro lado, el daño fitotóxico por ozono, que mide la absorción acumulada del gas por las plantas, podría aumentar en los bosques boreales del hemisferio norte, limitando su función como sumideros de carbono. Este daño se ve exacerbado por la inestabilidad atmosférica, que incrementa el transporte vertical de ozono hacia estas plantas, aumentando su exposición a este contaminante.
El modelo utilizado en la investigación incorporó avances significativos, como algoritmos para emisiones de óxido nitroso del suelo sensibles a la humedad y el efecto inhibidor del CO2 sobre los compuestos orgánicos volátiles biogénicos. Estos avances no solo revelan un posible ‘beneficio climático del ozono’ en escenarios de alto calentamiento, sino que también redefinen las prioridades de investigación en este campo.
### Adaptación y Futuras Investigaciones
La transición de un efecto de ‘penalización’ a uno de ‘beneficio’ dependerá de factores regionales, incluidas las interacciones con la vegetación y los cambios en las emisiones antropogénicas. Aunque los autores del estudio enfatizan que estos hallazgos no minimizan los riesgos generales del calentamiento global, sí ofrecen información valiosa para políticas de adaptación. Comprender los puntos de inflexión donde la humedad puede mitigar el ozono podría optimizar las alertas sanitarias durante las olas de calor.
El siguiente paso para los investigadores será incluir en sus modelos predictivos factores como incendios forestales, cambios en el uso del suelo y la evolución de las emisiones humanas. Este enfoque integral es esencial para proyectar con precisión la calidad del aire en un mundo que enfrenta el desafío del cambio climático.