El reciente anuncio del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, sobre el incremento del gasto en defensa ha generado un amplio debate en el ámbito político y económico. Con un objetivo de alcanzar el 2,1% del Producto Interior Bruto (PIB) y una inversión total de 33.123 millones de euros, este cambio no solo tiene implicaciones a nivel nacional, sino que también se traduce en oportunidades significativas para regiones como Canarias. Este archipiélago, debido a su ubicación estratégica y a la concentración de personal activo en el sector defensa, se posiciona como uno de los beneficiarios clave de esta política.
**Crecimiento del Empleo y la Industria de Defensa**
Según un informe elaborado por el Observatorio Defensa y Sociedad, impulsado por Nitid Corporate Affairs, el aumento del gasto en defensa podría generar hasta 175.316 nuevos empleos a nivel nacional. En el caso específico de Canarias, donde el sector defensa ya representa más del 6% del total de ocupados, este incremento podría traducirse en un crecimiento notable del empleo. Las provincias canarias, Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife, se encuentran entre las quince provincias con mayor concentración de personal activo en el sector, lo que resalta la importancia de la defensa en la economía local.
El informe destaca que la provincia de Las Palmas ocupa el octavo lugar con un 4,3% de personal activo en defensa, mientras que Santa Cruz de Tenerife se sitúa en el decimocuarto lugar con un 2,1%. Esta presencia se debe a la existencia de instalaciones clave del Ministerio de Defensa y al papel logístico que desempeña el archipiélago en la proyección atlántica. La creación de nuevas bases o instalaciones de defensa podría actuar como un catalizador para el desarrollo local, impulsando no solo el empleo, sino también la innovación tecnológica y el crecimiento de la industria.
El aumento del gasto público en defensa no solo se traduce en la creación de empleo directo, sino que también genera un efecto multiplicador en la economía local. La industria privada de defensa, que actualmente aporta alrededor de 9.933 millones de euros anuales, podría ver su producción anual incrementada a 12.849 millones de euros, lo que representa un crecimiento significativo en términos de actividad económica inducida. Este crecimiento no solo beneficiará a las empresas directamente involucradas en la defensa, sino que también tendrá un impacto positivo en sectores relacionados, como la construcción, la logística y la tecnología.
**Relaciones Internacionales y Presiones Externas**
El anuncio de Sánchez se produce en un contexto de creciente presión internacional, especialmente por parte de Estados Unidos, que ha instado a sus aliados en la OTAN a aumentar su gasto militar. Durante la reciente cumbre de la OTAN, el presidente estadounidense Donald Trump solicitó que todos los países europeos elevaran su gasto militar al 5% del PIB. Aunque Sánchez firmó un acuerdo que reafirma el compromiso de España de mantener el gasto en defensa en el 2,1%, la presión de Trump ha generado tensiones y advertencias sobre posibles repercusiones económicas, como la amenaza de una guerra comercial.
Este escenario plantea un dilema para el Gobierno español, que debe equilibrar las demandas internacionales con las necesidades internas. La decisión de aumentar el gasto en defensa puede ser vista como una respuesta a las exigencias de la OTAN, pero también debe ser considerada en el contexto de las prioridades nacionales, como la inversión en educación, salud y bienestar social. La estrategia de defensa de España no solo debe enfocarse en el aumento del presupuesto, sino también en la optimización de los recursos existentes y en la mejora de la eficiencia en la gestión del gasto público.
En resumen, el aumento del gasto en defensa en España, y en particular en Canarias, presenta tanto oportunidades como desafíos. La creación de empleo y el crecimiento de la industria de defensa son aspectos positivos que pueden contribuir al desarrollo económico de la región. Sin embargo, la presión internacional y las tensiones políticas también deben ser gestionadas con cuidado para asegurar que las decisiones tomadas sean beneficiosas para todos los ciudadanos. La defensa no solo es una cuestión de seguridad nacional, sino que también tiene profundas implicaciones económicas y sociales que deben ser consideradas en el diseño de políticas públicas.