La situación de los menores migrantes en Canarias ha sido un tema de creciente preocupación en los últimos años. Con la llegada de miles de jóvenes solicitantes de asilo, el archipiélago se ha visto desbordado en sus capacidades de acogida. Sin embargo, un reciente fallo del Tribunal Supremo ha marcado un hito en la gestión de esta crisis humanitaria, permitiendo que un primer grupo de diez menores malienses, todos mayores de 16 años, inicie su traslado a la península. Este artículo explora los detalles de esta medida y su impacto en el sistema de acogida en España.
La llegada de estos menores a Canarias ha sido un fenómeno alarmante. Según datos recientes, el Gobierno canario acoge actualmente a 1.003 menores solicitantes de asilo, de los cuales 30 son mujeres. La mayoría proviene de países como Mali y Senegal, y muchos de ellos huyen de situaciones de conflicto y violencia. La presión sobre los centros de acogida ha llevado a un estado de hacinamiento, lo que ha motivado la intervención del Tribunal Supremo. Este órgano judicial ha dictado que es responsabilidad del Estado asumir la tutela de estos menores, lo que ha llevado a la creación de un protocolo para su traslado a otras comunidades autónomas.
### Protocolo de Traslado y Acompañamiento
El protocolo establecido para el traslado de los menores es riguroso y busca garantizar su bienestar en todo momento. Los diez chicos que viajarán a la península serán acompañados por personal técnico de las entidades que actualmente se hacen cargo de ellos en Canarias, así como por representantes del Ministerio de Inclusión Social del Gobierno de España. Este acompañamiento es crucial, ya que asegura que los menores lleguen a su nuevo destino en condiciones adecuadas y con el apoyo necesario para su integración.
Los menores serán alojados temporalmente en un recurso de tránsito, conocido como Canarias 50, ubicado en La Isleta, hasta que se les asigne una plaza fija en un centro de acogida en la península. Este proceso es parte de un esfuerzo más amplio para aliviar la carga sobre los centros de acogida en Canarias, que actualmente están saturados. La situación ha sido calificada como crítica, y la intervención del Tribunal Supremo ha sido vista como un paso necesario para corregir el hacinamiento y garantizar el interés superior de los menores.
La Consejería de Bienestar Social del Gobierno de Canarias ha estado trabajando en colaboración con entidades como Engloba, que se encargan de realizar entrevistas individualizadas a cada menor. Esto es fundamental para entender sus necesidades y deseos, ya que algunos pueden optar por quedarse en las islas, mientras que otros prefieren continuar su ruta migratoria hacia la península. La clave aquí es respetar la voluntad de los jóvenes, asegurando que se sientan seguros y apoyados en su decisión.
### Compromisos del Gobierno y Futuras Derivaciones
El compromiso del Gobierno central es claro: se deben realizar dos derivaciones semanales de grupos de entre 15 y 20 menores a comunidades autónomas que cuenten con plazas disponibles. Este plan se enmarca dentro de un esfuerzo más amplio para abordar la crisis de los menores migrantes en España, que incluye la aprobación de una partida de 40 millones de euros destinada a mejorar las condiciones de acogida y crear 1.200 nuevas plazas en la península.
Sin embargo, la implementación de este plan no está exenta de desafíos. La reforma del artículo 35 de la ley de extranjería, que busca hacer obligatoria la acogida de menores migrantes no acompañados entre las diferentes regiones, aún está pendiente de aprobación. La directora general de Infancia del Gobierno canario, Sandra Rodríguez, ha señalado que se espera que el Consejo de Ministros apruebe un real decreto que establecerá la capacidad ordinaria de todas las comunidades autónomas para acoger a estos menores. Esta medida es crucial para asegurar que la responsabilidad de la acogida no recaiga únicamente en Canarias, que actualmente alberga a 5.180 menores, de los cuales 317 son mujeres.
La situación es compleja y requiere un enfoque coordinado entre las diferentes administraciones. La Conferencia Sectorial de Infancia y Adolescencia es el foro donde se discuten estas cuestiones, aunque la reciente falta de participación de algunas comunidades gobernadas por el Partido Popular ha generado tensiones. La falta de consenso y la oposición a la reforma de la ley de extranjería complican aún más la situación, lo que pone en riesgo la implementación efectiva de las medidas necesarias para atender a estos menores vulnerables.
La llegada de los primeros diez menores a la península representa un paso significativo en la gestión de la crisis de los menores migrantes en Canarias. Sin embargo, es solo el comienzo de un proceso que requiere un compromiso continuo y una colaboración efectiva entre todas las partes involucradas. La protección y el bienestar de estos jóvenes deben ser la prioridad, garantizando que reciban la atención y el apoyo que necesitan para construir un futuro mejor.