La economía española ha mostrado signos de resiliencia en los últimos años, pero el crecimiento de los salarios se ha convertido en un tema de preocupación. Según los últimos datos de la Encuesta Trimestral de Costes Laborales, el salario medio en España ha alcanzado los 2.416,5 euros brutos en el segundo trimestre de 2025, lo que representa un aumento del 2,7% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, este crecimiento, aunque positivo, comienza a mostrar signos de fatiga, lo que plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de la recuperación económica del país.
### La Desaceleración del Crecimiento Salarial
A pesar de que los salarios han estado en una trayectoria ascendente durante dieciocho trimestres consecutivos, la tasa de crecimiento ha comenzado a desacelerarse. En los últimos tres meses, el aumento salarial ha sido del 2,67%, una cifra que se sitúa 1,16 puntos porcentuales por debajo de la tasa del primer trimestre de 2025. Esta tendencia es preocupante, ya que el crecimiento salarial en España se encuentra casi 1,5 puntos porcentuales por debajo de la media de la Unión Europea, lo que sugiere que el país está quedando rezagado en comparación con sus vecinos europeos.
Los expertos del Banco de España han advertido que esta desaceleración podría continuar, con proyecciones que indican que el crecimiento salarial podría situarse en torno al 3,5% en el primer trimestre de 2026. Esta situación se agrava por el hecho de que, en muchas comunidades autónomas, el crecimiento de los salarios es inferior a la media nacional. Por ejemplo, en Asturias, los salarios han disminuido en comparación con el año anterior, lo que refleja una brecha salarial que persiste en el país.
### La Brecha Salarial Regional y el Contexto Económico
La brecha salarial entre las diferentes regiones de España es un fenómeno que se ha mantenido a lo largo del tiempo. La Comunidad de Madrid, que ofrece los salarios más altos con un promedio de 2.935,33 euros brutos, contrasta notablemente con Canarias, donde el salario medio es de 1.936,71 euros brutos. Esta diferencia de casi 1.000 euros es un 1,33% más pequeña que hace un año, lo que indica que, aunque la brecha se está cerrando, aún persiste una desigualdad significativa en la remuneración entre las distintas comunidades autónomas.
El contexto económico también juega un papel crucial en esta dinámica. Los sindicatos, empresarios y el Gobierno se preparan para la renovación del Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, que está a punto de vencer. Los líderes sindicales han expresado su preocupación por la necesidad de que este nuevo acuerdo contemple factores como el precio de la vivienda y la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Pepe Álvarez, secretario general de UGT, y Unai Sordo, de Comisiones Obreras, han subrayado la importancia de considerar los beneficios empresariales en este contexto.
En el segundo trimestre de 2025, los márgenes empresariales alcanzaron niveles históricos, lo que ha generado un desajuste entre las ventas y los costos de las empresas. Este fenómeno ha llevado a los sindicatos a cuestionar la distribución de los beneficios y a exigir un aumento en los salarios que refleje la realidad económica actual. El Banco de España ha señalado que los costes laborales están en un «punto de tensión», lo que podría tener repercusiones en la economía si no se aborda adecuadamente.
A pesar de que el coste salarial total ha avanzado un 2,7% interanual, la inflación media se ha mantenido en torno al 2,2%. Esto ha permitido que, en términos reales, los salarios experimenten una ligera mejora en el poder adquisitivo. Sin embargo, las previsiones apuntan a un posible repunte del IPC, lo que podría limitar o incluso revertir esta mejora. La búsqueda de un equilibrio entre el crecimiento salarial y la inflación se convierte, por tanto, en un desafío crucial para el futuro económico del país.
La situación actual plantea importantes preguntas sobre el futuro de los salarios en España. Con un crecimiento que se desacelera y una brecha salarial que persiste, es fundamental que todos los actores involucrados en la economía trabajen juntos para encontrar soluciones que beneficien tanto a los trabajadores como a las empresas. La capacidad de adaptación y la negociación efectiva serán claves para enfrentar los retos que se avecinan en el panorama económico español.