La reciente tregua en Gaza ha catapultado al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a un momento de gran reconocimiento internacional. Este acuerdo, que ha permitido a los habitantes de la Franja palestina regresar a sus hogares, ha sido visto como un éxito rotundo en un conflicto que ha dejado profundas cicatrices en la región. Sin embargo, este triunfo contrasta drásticamente con la incapacidad de Trump para lograr un alto el fuego en Ucrania, un conflicto que ha prometido resolver en un tiempo récord durante su campaña electoral. La dualidad de estos resultados plantea preguntas sobre la naturaleza de la influencia de Trump en diferentes escenarios geopolíticos y su capacidad para negociar con líderes de distintas partes del mundo.
La situación en Gaza ha sido compleja, marcada por décadas de tensiones entre Israel y Palestina. Trump ha logrado establecer un canal de comunicación efectivo con ambos lados, lo que le ha permitido ejercer una presión significativa sobre Israel y Hamás. Según expertos en negociaciones, la clave del éxito de Trump en Oriente Medio radica en su capacidad de influencia, o «leverage». En este contexto, Hamás se encuentra en una posición vulnerable, sin alternativas viables al plan de paz propuesto por Trump, especialmente dado el debilitamiento de sus aliados tradicionales como Irán y Hizbulá. Esto ha llevado a que la organización palestina se vea obligada a aceptar términos que, de otro modo, no considerarían.
Por otro lado, la situación en Ucrania es notablemente diferente. A pesar de los esfuerzos de Trump, la guerra con Rusia continúa sin un final a la vista. Los analistas sugieren que la razón principal de esta disparidad en los resultados radica en la percepción de poder y opciones que tienen los líderes involucrados. Mientras que Trump ha logrado acorralar a Netanyahu en el contexto de Oriente Medio, la misma estrategia no ha funcionado con el presidente ruso, Vladímir Putin. La relación entre Trump y Putin es compleja y está marcada por una mezcla de cercanía y desconfianza, lo que dificulta cualquier intento de negociación efectiva.
### La Influencia de Trump en Oriente Medio
El éxito de Trump en la región de Oriente Medio se puede atribuir a varios factores. En primer lugar, su administración ha mantenido un fuerte apoyo militar y financiero hacia Israel, lo que le otorga una considerable capacidad de presión sobre el gobierno israelí. Este apoyo ha sido crucial en momentos de tensión, permitiendo a Trump influir en decisiones clave que afectan el equilibrio de poder en la región. Además, la falta de alternativas para Hamás ha jugado un papel fundamental en la aceptación del acuerdo de tregua. La debilitación de sus aliados ha dejado a la organización en una posición de debilidad, lo que ha facilitado la negociación de un alto el fuego.
Otro aspecto importante es la habilidad de Trump para posicionarse como un mediador en el conflicto. Su enfoque directo y a menudo controvertido ha permitido que se establezcan canales de comunicación que, en otras circunstancias, podrían haber permanecido cerrados. Esto ha llevado a que tanto Israel como Hamás se sientan obligados a considerar sus propuestas, a pesar de las tensiones históricas que los separan.
### Desafíos en la Guerra de Ucrania
En contraste, la situación en Ucrania presenta un panorama mucho más complicado. A diferencia de su influencia en Oriente Medio, Trump se enfrenta a un Putin que no parece estar dispuesto a ceder. Los analistas argumentan que Putin percibe que tiene opciones y que, de alguna manera, está ganando en el conflicto. Esto se traduce en una falta de presión efectiva sobre el Kremlin, lo que dificulta cualquier intento de Trump de negociar un alto el fuego.
La percepción de que Putin tiene alternativas viables a la paz es un obstáculo significativo. A medida que la guerra se prolonga, el presidente ruso puede estar considerando las implicaciones de un alto el fuego, especialmente en términos de su posición interna y el impacto en su gobierno. La posibilidad de que Ucrania se convierta en un estado viable tras la guerra es una preocupación que podría motivar a Putin a continuar el conflicto, a pesar de las presiones externas.
La falta de un enfoque agresivo por parte de Trump para apoyar a Ucrania también ha sido un punto de crítica. A medida que la guerra se intensifica, la necesidad de incrementar el apoyo militar y financiero a Ucrania se vuelve más urgente. Sin embargo, Trump ha mostrado reticencia a adoptar una postura más firme, lo que podría estar contribuyendo a la prolongación del conflicto.
En resumen, la capacidad de Trump para negociar y ejercer influencia varía drásticamente entre Oriente Medio y Ucrania. Mientras que su éxito en Gaza resalta su habilidad para mediar en conflictos complejos, su fracaso en Ucrania pone de manifiesto las limitaciones de su enfoque y la resistencia de líderes como Putin. La dinámica de poder en estos escenarios refleja no solo las diferencias en los conflictos, sino también las complejidades inherentes a la política internacional en la actualidad.